Jared Leto: "Me encanta Javier Bardem"
El actor de La Casa de Gucci, nos hace un hueco en la temporada de premios para hablar de su personaje en la película de Ridley Scott y de sus competidores, como el actor español
Jared Leto nunca haría una comedia romántica. Lo tiene claro. Sin embargo, no rechazaría ninguna oportunidad de hacer personajes estrambóticos, que le permitan transformarse y ser alguien completamente diferente. “Siempre me ha gustado eso de transformarme. Creo que es un gran desafío y una experiencia muy fuerte como actor. Me gusta ver a otros actores, ver su manera de interpretar y su trabajo, y yo voy incorporando esas cosas que sean necesarias para el personaje”, dice en una entrevista con la SER en medio de la temporada de premios.
“Siempre agradezco mucho las nominaciones y los premios. Creo que significan mucho. Es algo que siempre te sorprende. No es algo que busques, pero siempre es maravilloso cuando ocurre y lo agradeces. Tener reconocimiento por hacer de Paolo Gucci es estupendo y que la gente lo conozca y agradezca el trabajo”, dice el ganador del Oscar por su papel de transexual en Dallas buyers club, la película del fallecido Jean Marc Vallé.
Aunque ya había tenido buenos papeles, como en Requiem por un sueño, la película de Aronofsky, ha sido después del Oscar cuando se ha convertido en uno de los actores más carismáticos del nuevo Hollywood. Este año está en las quinielas de los premios de la Academia gracias a su papel de Paolo Gucci, el hijo hortera de esta familia casi imperial dedicada a la moda. Leto está irreconocible: calvo, gordo, hasta se le ve más bajito y vistiendo ropa de colores estridentes. “Realmente tengo muchas cosas en común con este personaje. Hay muchos paralelismos, por ejemplo el deseo de querer ser un artista, el deseo de Paolo de ser tomado en serio. Tiene mucha pasión por crear cosas y compartirlas con el mundo y en eso me siento muy identificado. Me gusta mucho su sentido del humor, es una de sus grandes cualidades, igual que su energía. La verdad es que ha sido muy divertido llevar este personaje a la gran pantalla”.
El actor mantiene desde hace años un acuerdo con Gucci, que le ha convertido en uno de los mejores vestidos de las alfombras rojas, gracias a sus looks atrevidos. De ahí que fuera fácil incluirle en esta película, la segunda que estrena Ridley Scott en un año y que cuenta un hecho real: el asesinato de un miembro de esta empresa de modas a manos de un sicario contratado por su mujer. Una mirada a la corrupción familiar y a la bajada a los infiernos de unos ricos italianos.
“Es increíble ver cómo todos tenemos experiencias complejas con la familia, pero el caso de esta familia legendaria que es Gucci todo está mucho más agrandado”, reflexiona el actor.
En esta temporada de premios, uno de sus competidores es un actor español al que reconoce que admira. “Me encanta Bardem, es un actor increíble. He visto sus dos películas de esta temporada y junto a la de Oscar Isaac, me parece la mejor interpretación”, dice el actor refiriéndose tanto a El buen patrón, de Fernando León de Aranoa, como a Being the Ricardos, la película de Aaron Sorkin.
Como Bardem, es uno de esos actores que prepara a conciencia a sus personajes, que investiga, que se mete de lleno en su universo. Reconoce que entró de lleno en todo lo que tenía que ver con Paolo Gucci y con Italia, tanto que aborreció al pasta. “Cuando haces un personaje aprendes mucho sobre él sobre su punto de vista, su vida, sobre su familia y amigos y, por supuesto sobre su país. Yo no conocía esta historia sobre los Gucci, antes del rodaje, y para mí ha sido muy bueno poder adentrarme en ella y encima hacerlo de la mano de algunos de mis héroes como Al Pacino y de actores y actrices como Lady Gaga o Adam Driver”, nos explica.
Y es que con Bardem comparte también su referente, Al Pacino, que en La Casa de Gucci interpreta a su padre, el dueño del imperio y el que le hace bullying. “Ha sido increíble, es que es uno de mis ídolos y esto ha sido como un sueño convertido en realidad”, explica sobre la experiencia de haber trabajado con el actor de El Padrino.
Seis horas duraba el proceso de maquillaje y peluquería que lo ha convertido en este excéntrico millonario a quien todos rechazan y a quien el actor le imprime una cierta ternura. “Es una personalidad muy rica, en realidad. Alguien con mucho talento que tiene mucho que ofrecer, pero tiene esa relación disfuncional con su familia. No es visto, ni respetado por su padre ni por sus familiares y eso es algo complejo. Es uno de sus grandes problemas en su vida. Pero él de alguna manera también ha contribuido a sacar adelante esa marca, esa compañía”, describe Jared Leto.
La Casa de Gucci es la película que le puede llevar a los Oscar, pero en unos meses, el 1 de abril concretamente, Morbius será la película que lo lleve a lo alto de la taquilla. En ella interpreta a un vampiro. Su estreno estaba previsto para hace un año, pero la pandemia alteró los planes. Leto se mete en el universo Marvel con este personaje raro y peligroso. Ambas películas se han estrenado directamente en cines en un momento complejo para la industria, como reconoce el actor. “Estamos ante un gran desafío. La casa de Gucci fue a los cines y mi siguiente película Morbius irá también a los cines. Creo que hay que apoyar que las películas se vean allí. Nunca han sido tan vulnerables en un momento además en el que se consume más contenido que nuca. Así es la vida, hay que entender la complejidad de cada momento”, reflexiona.
Nacido y criado entre músicos y actores, Leto tiene una creatividad enorme. Lo reconoce él mismo, pero es evidente a juzgar por la composición de sus personajes, por la elección de los papeles y también por su faceta como músico en la banda 30 Seconds to Mars. “La música es algo muy profundo. Ha sido un viaje increíble tocar con mi grupo en tantos viajes y pasar por tantos países. Es algo muy especial. Actuar es también maravilloso, pero lo es desde una perspectiva diferente. Estoy muy agradecido de poder dedicarme a las dos facetas”. Quizá por eso no sería raro pensar que Jared Leto podría ser uno de esos actores que dan el salto a la dirección, algo que no descarta. “Desde que estudiaba me interesaba y seguro que se da la ocasión, cuando haya una buena historia y un buen proyecto”.
Jared Leto permanece inmune a las críticas y cada proyecto parece llevarle más lejos su particular modo de entender la interpretación, ahí tenemos su Joker de Escuadrón suicida. Ha trabajado con grandes directores. Con Fincher en El club de la lucha y La habitación del pánico, con Malick en La delgada línea roja, con Mangold en Inocencia interrumpida, con Oliver Stone en Alejandro… Ahora suma a la lista a Ridley Scott. “Ridley es alguien a quien he admirado desde hace mucho tiempo, es uno de los mejores directores vivos y ha sido increíble trabajar con él. Lo adoro”. Y pide un deseo para el futuro: "Sería genial poder trabajar con Quentin Tarantino”.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada...