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"Mientras pueda valerme quiero estar en casa": envejecer en la España vaciada

Victoria forma parte del 25% de la población de Castilla y León que tiene más de 65 años. Su historia es la de muchos otros mayores que no quieren abandonar su casa

El reportaje de María Manjavacas | "Mientras pueda valerme quiero estar en casa": envejecer en la España vaciada

Madrid

Castilla y León es una de las comunidades más envejecidas de España. Uno de cada cuatro habitantes tiene más de 65 años. La gente joven se marcha de los pueblos porque no hay empleo y los mayores se quedan solos.

Gestionar "la vejez" es tarea complicada para las administraciones, y en los pueblos cuanto más pequeños y más aislados, el problema se agrava. Un alto porcentaje de personas mayores reside en pequeños municipios en los que se plantean unas especiales dificultades para satisfacer el deseo de envejecer en casa, debido a las limitaciones en el acceso a los recursos. Y de esta necesidad ha nacido un proyecto pionero, A gusto en mi casa, cuya filosofía explica la consejera de Familia e Igualdad de la Junta de Castilla y León, Isabel Blanco: "Se trata de que las personas mayores que quieran quedarse en sus casas puedan hacerlo garantizándoles todos los servicios, todas las atenciones de la misma manera que si vivieran en un centro residencial. Si se necesita, se habilitan los baños, se ponen rampas o se habilitan otros mecanismos para que la vida en el domicilio sea fácil y accesible", explica la consejera. Es una experiencia hecha a la medida del medio rural y pensada para extenderse a todas las personas mayores de la comunidad.

El reportaje de María Manjavacas | "Mientras pueda valerme quiero estar en casa": envejecer en la España vaciada

"Mientras pueda valerme quiero estar en casa"

"Mientras pueda valerme quiero estar en casa", es lo primero que nos dice Victoria. La visitamos en su casa, en Hoyo de Pinares, un pequeño municipio de Ávila que tiene algo más de 2.000 habitantes. Vito, como la llaman en el pueblo, es viuda, tiene 84 años, tres hijos, nietos, pero cada uno con su vida y ella con la suya, cada vez más mermada porque apenas puede salir. "No estoy bien, no tengo párkinson, pero se me caen las cosas y se me olvidan y necesito ayuda". Y la ha conseguido con Emi, la asistenta personal que le brinda el programa A gusto en mi casa. Va unas horas por la mañana, un rato por la tarde y ella nos explica su trabajo: "Yo la apoyo, la ayudo en lo que necesita, con la comida, ponemos la lavadora, pero es ella lo que decide lo que hay que hacer", explica. También la acompaña al dentista, o la lleva al mercadillo o al médico si no la puede acompañar un familiar, porque otro de los problemas del medio rural son las distancias y la falta de servicios. Para ir a los médicos, a poco que sea un especialista, te tienes que desplazar a la capital. Además, a Emi este proyecto le ha permitido quedarse en el pueblo. Para ella también es una oportunidad de empleo.

Las cifras del envejecimiento

Castilla y León es una de las comunidades más envejecidas de España y muy extensa. Es el territorio de Europa con más porcentaje de octogenarios y nonagenarios. El 25% del total de la población tiene más de 65 años. Actualmente hay 698 residencias en la comunidad. La mayoría son de titularidad privada y la Junta mantiene conciertos con ellas. El servicio de teleasistencia está muy implantado entre las personas mayores. Las diputaciones sobre todo dispensan un servicio que consiste en llevar la comida a casa de las personas mayores que viven en el medio rural.