Valdecilla coloca 'corazones artificiales' a los pacientes que no pueden esperar un trasplante

Santander

Han pasado 37 años desde que un equipo del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, dirigido por el doctor Carlos Gómez Durán, realizó el primer trasplante de corazón a un marinero gallego que sobrevivió más de seis años.

Desde entonces, el trasplante de órganos ha experimentado una auténtica revolución y ha salvado la vida a miles de personas. La tasa de éxito del trasplante de corazón alcanza el 85 por ciento y los receptores tienen una calidad de vida óptima.

El trasplante es la mejor alternativa para los pacientes con problemas cardiacos, pero no siempre pueden esperar la llegada de un órgano compatible y tampoco todos los enfermos son aptos para el trasplante.

En ambos casos, Valdecilla ofrece como alternativa la colocación de un ‘corazón artificial’, una bomba que se implanta dentro del cuerpo y sustituye la función del corazón.

Virginia Burgos, cardióloga y coordinadora del Programa de Soporte Circulatorio de Valdecilla, explica en A Vivir Cantabria cómo funciona esa máquina que debe estar permanentemente conectada a una fuente de energía a través de un cable.

Si los pacientes están en casa pueden conectar su ‘corazón artificial’ a la red eléctrica, si están en la calle deben portar una mochila con baterías recargables. No es una carga pesada, pero evidentemente tiene sus limitaciones y hay que adaptarse a una nueva forma de vida.

A finales de 2019, el hospital cántabro colocó el primer corazón artificial a un ciudadano de Vitoria que, debido a su estado, no podía seguir esperando la llegada de un trasplante. Desde entonces, ha implantado tres dispositivos más.

El corazón artificial puede ser temporal, hasta que el paciente sea trasplantado, o puede ser definitivo en aquellos enfermos que, por diversos motivos, no son aptos para un trasplante.