Aumentan las presiones para que Johnson dimita tras el informe de las fiestas en Downing Street
Tanto la oposición como miembros de su propio partido acusan al primer ministro de tratar de "salvar su pellejo" y piden su renuncia
Madrid
El informe parcial sobre las cuestionadas fiestas en Downing Street durante la pandemia ha colocado este martes al primer ministro, Boris Johnson, en el blanco de virulentas críticas de la oposición, que exige su marcha y lo acusa de tratar de "salvar su pellejo", pero también de diputados "tories".
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Los hallazgos arrojados por el documento elaborado por la alta funcionaria Sue Gray sobre eventos sociales organizados en oficinas públicas y en la sede del Ejecutivo en 2020 y 2021 -cuando el país estaba confinado- acentúan los interrogantes sobre el futuro de Johnson.
En cuanto al corto plazo, parece que la delicada posición del "premier" estaría, por ahora, asegurada, según los analistas, tras haberse reunido anoche con diputados "tories" y al comprometerse a acometer cambios sustanciales en el funcionamiento de Downing Street. Johnson ha prometido también que publicará la versión completa del informe de Gray una vez haya concluido la pesquisa policial, aunque aún no está claro si el documento final incluirá todas las evidencias recabadas por la funcionaria y entregada a los agentes.
El viceprimer ministro, Dominic Raab, uno de los aliados del jefe del Ejecutivo, ha admitido que el Gobierno "debe reflexionar" sobre el contenido del informe y "aprender lecciones", al tiempo que urgió a esperar a las conclusiones de la pesquisa de Scotland Yard para determinar si realmente se rompieron las normas. "No creo que yo deba dar lecciones o aconsejar a la Policía Metropolitana sobre cómo llevar a cabo su investigación. Esperemos y veamos", dijo Raab a la BBC, donde insistió en que Johnson cuenta con el apoyo "abrumador" de los diputados y recordó cómo el "premier" ha mostrado "contrición" acerca de los hechos.
La Policía Metropolitana indaga en doce encuentros -entre ellos, tres en los que supuestamente estuvo el dirigente tory y un cuarto, más controvertido, celebrado, al parecer, en su domicilio- para establecer si los miembros del gobierno se saltaron sus propias reglas anticovid. Según Raab, "debe hacerse justicia y debe verse que se hace justicia" al tiempo que recordó que el jefe del Ejecutivo "piensa que actuó en todo momento de buena fe".
Entre aquellos que aún conceden a Johnson el beneficio de la duda figura también el ministro para Escocia, Alister Jack, que se mostró convencido de que "Boris Johnson es un excelente primer ministro", también en declaraciones a la BBC. Los agentes examinan cientos de documentos y fotografías relacionados con esos 12 eventos celebrados en 2020 y 2021 en base a evidencias que les entregó Gray, cuyo informe divulgado ayer detectó "fallos de liderazgo y juicio" en el núcleo del Gobierno. Ésta alertó de que sus conclusiones estuvieron sujetas a limitaciones solicitadas por la Met, que le impidieron centrarse en los encuentros en los que ahonda la policía.
Insisten en la dimisión de Johnson
El "Partygate" -como se conoce este caso en el Reino Unido- ha dado jugosa munición a la oposición, que ha intensificado sus ataques contra Johnson.
El líder del (principal grupo opositor) Partido Laborista, Keir Starmer, ha reiterado este martes sus llamamientos al "premier" para que se vaya: "El primer ministro rompió las reglas, el primer ministro mintió sobre haber roto las reglas. El primer ministro tuvo que abrir una investigación (acometida por Sue Gray) y el primer ministro provocó que haya una investigación criminal en curso sobre él", ha enfatizado.
En declaraciones a la BBC, Starmer ha acusado al líder "tory" de centrarse en intentar "salvar su propio pellejo" en lugar de atender la crisis del coste de la vida que azota al país. "Hay muchísima gente preocupada por problemas como sus facturas energéticas, que están por las nubes, y el primer ministro está perdiendo todo este tiempo salvándose", ha criticado.
Los reproches llegan también con acritud desde el propio flanco conservador, con voces "tories" que ven en Johnson una lacra para la supervivencia de esa formación. El ex secretario de Estado del Gabinete Andrew Mitchell, que públicamente expresó en los Comunes que ha retirado su apoyo a Johnson, dijo hoy que Downing Street "se rige como una corte medieval" y señaló que "esta crisis no se va a evaporar y está dañando en gran manera al partido".
También el líder en Westminster del Partido Nacionalista Escocés, Ian Blackford -que fue expulsado de esa Cámara este lunes tras acusar a Johnson de engañar al Parlamento-, defendió hoy su proceder al indicar que dio la cara "por los millones de personas en el Reino Unido que sienten que existe un verdadero peligro".