"El niño que leía la guía de teléfonos"

Sevilla

Muchos aprendimos a andar por las calles de Sevilla leyendo los itinerarios de las hermandades. Recuerdo unas páginas verdes en la guía telefónica donde descubrí un mapa de la ciudad. Sobre él fui trazando líneas por donde pasaban las cofradías si bien por mi edad, unas y otras, cofradías y calles, eran en su mayoría desconocidas para mi.

Aprendí de carrerilla aquello de Placentines, Alemanes, Argote de Molina, Placentines, Francos, Chapineros, Álvarez Quintero o eso de Reyes Católicos, San Pablo, Rioja, Velázquez, O´Donnell, descubrí con la imaginación los regresos por Fray Ceferino González, Almirantazgo, Arfe o la aproximación a Campana por Imagen, Encarnación, Laraña, Orfila, Javier Lasso de la Vega, Trajano y Duque.

Fui conociendo cofradías y rincones que, al ser niño, me resultaban lejanos Y me llamó la atención, no que por Plaza de Cuba, Betis, Troya y Pureza volvían algunas cofradías de Triana, si no que una de ellas, el jueves santo, al llegar a la antigua calle Larga seguía por Altozano al Puente

Escucharemos en la narración de Mila Ortiz, la hermandad de Las Cigarreras, con los pasos mandados por Manolo Torres, pasaba por la calle Pureza en su camino de ida hacia la carrera oficial. Vamos ahora con el discurrir del paso de la Virgen de la Victoria ese mismo año. En el audio del misterio se hacía referencia a un coche. Con el paso de palio volverán a recordar la incidencia, y una anécdota: ¡Hasta el año que viene! Se despedía el capataz de la calle Pureza pero la cofradía no ha vuelto a pasar por esas calles trianeras desde entonces. Aquel 1997 fue su último año.

Recordamos en este capítulo una iniciativa que viene siendo habitual en el mundo de las hermandades como es solicitar el nombre de una calle para aquellos capataces que durante décadas tuvieron el desempeño de mandar los pasos. El reportaje, de Raimundo de Hita, es de octubre de 1996 y nos mostraba como estaba el asunto por aquel tiempo.

El discurrir de las hermandades nos recuerda que las cofradías pasan por delante de iglesias donde residen otras corporaciones hermanas y se produce el saludo de una y otra parando los pasos la que está en la calle y sacando el estandarte a la puerta a modo de recepción las que esperan su día de salida o ya dejan ver en la oscuridad del templo las velas de los pasos consumidas y la satisfacción en el rostro de haber culminado la suya. Así, la hermandad de San Gonzalo pasa no una sino dos veces por la puerta de la Hermandad de la Estrella en la calle San Jacinto, a la ida como a la vuelta. La costumbre da fe de que la corporación del Barrio León salude y sea recibida en las dos ocasiones por su madrina, la cofradía del domingo de ramos. Poco han cambiado los sonidos protagonistas en esta escena. Manda Manolo Garduño, música de cornetas y tambores de las Cigarreras

Los itinerarios de las cofradías enseñaron al niño que era a saber andar por la zona de la Alfalfa con la letanía de Odreros, Boteros, Sales y Ferré, o Plaza del Pan (de Jesús de la Pasión para ser exactos al callejero) y seguir por Alcaicería, también que a la plaza se llegaba o salía por Águilas y Jesús de las Tres Caídas, que la Candelaria buscaba Boteros por Cabeza del Rey de don Pedro, Candilejo, Alfalfa mientras que San Bernardo venía por el mismo camino y tras cruzar la plaza continuaba por Ángel María Camacho, Plaza de la Pescadería y Cuesta del Rosario. Un miércoles santo estaban allí los micrófonos de Radio Sevilla recogiendo el paso de la Virgen del Refugio mandado por Jesús Basterra y a los sones de la banda de Bollullos del Condado. Así lo contaba Juan Eloy Durán. Las obras de San Vicente también llevaron a aquella zona a la cofradía de las Penas en su procesión del lunes santo. Y por obras en San Vicente también, aquella nómina de las cofradías nos hablaba de un itinerario de la hermandad de las Siete Palabras por Plaza de Zurbarán, Misericordia, José Gestoso, Encarnación a Laraña por obras en San Vicente. En esta conexión con Pepe Gómez Palas escuchamos el previo a la salida del paso de palio y las órdenes del capataz Pepe Luque.