La Asociación Cultural Entre Río recurre la orden de la Junta que obliga a retirar la madera quemada en la Sierra de la Paramera

Ávila

La Asociación Cultural Entre Río de Sotalbo ha recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León la orden de la Junta de Castilla y León que obliga a los propietarios de los terrenos afectados por el incendio de la Sierra de la Paramera a retirar toda la madera quemada antes del 31 de marzo. "Los pequeños propietarios de pinares o de encinas, que al final son los perjudicados por este incendio, no tienen los medios" para cumplir la orden, explica la presidenta de esta asociación, Ana María Jiménez.

El incendio de mayor extensión de la historia de Castilla y León comenzó el 14 de agosto de 2021 en el término municipal de Navalacruz y tardó más de una semana en ser extinguido. El balance fue de 22.037,85 hectáreas arrasadas, distribuidas entre los municipios de Burgohondo, El Barraco, La Hija de Dios, Mengamuñoz, Mironcillo, Narros del Puerto, Navalacruz, Navalmoral, Navarredondilla, Riofrío, San Juan del Molinillo, Solosancho y Sotalbo. Unas 2.700 hectáreas eran arboladas, sobre todo de pino silvestre y encina.

Sotalbo fue el municipio más afectado ya que prácticamente todo el término municipal ardió, y las llamas se quedaron a unos metros del casco urbano. Y es la asociación creada en Sotalbo la que ha decidido acudir al TSJ en defensa de los intereses de los pequeños propietarios que tras ver cómo perdían su patrimonio tienen ahora que hacer frente a la retirada de la madera quemada. "No disponen de los medios, no se les ha comunicado a nivel individual ninguna de las acciones que tienen que realizar y tienen que hacerlo sin ayuda", critica Ana María Jiménez.

La orden que han recurrido fue publicada en el BOCYL el 23 de septiembre. En ella se expone que es necesario retirar los restos de madera quemada por la extrema "vulnerabilidad al ataque de plagas forestales de los árboles que han sobrevivido al efecto del fuego" .

Pero tienen dudas también sobre si conviene retirar ahora esa madera porque supone el paso de maquinaria pesada que puede empeorar la erosión del suelo en la zona quemada, que ya se vió muy dañado por las tormentas que se produjeron a finales de agosto y principios de septiembre.