La hora de Orriols

Tímidos avances. Así es como definen los colectivos del barrio la situación que se vive en Orriols desde que hace unos meses iniciaran una ofensiva para exigir a las administraciones públicas una solución integral a los problemas de inseguridad y convivencia.

Y es que, a diferencia de lo que ocurre con Casitas Rosas, donde la degradación y el tráfico de drogas está localizado, en Orriols los focos problemáticos están diseminados. Se mezclan, en un mismo edificio, los domicilios de los vecinos de toda la vida, con los recién llegados, por lo que resulta muy difícil acometer una intervención urbanística como sí se ha propuesto en Malvarrosa. Toca por tanto aplicar microcirugía. Microcirugía policial, pero también habitacional y social.

Y sin duda, de todos los barrios problemáticos de la ciudad, este es el que más atención requiere ahora mismo. Por eso podemos decir sin miedo a equivocarnos que ha llegado ya la hora de Orriols.