La llamada

Pamplona

Fue una tarde, casi noche, de viernes, cuando casi no quedaba gente en la redacción cuando sonó el teléfono y el interlocutor le contó a Javier Laquidain una historia acongojante de un adulto que de niño sufrió el abuso del religioso encargado de la enfermería del colegio de los reparadores de Puente La Reina. El lunes, José Luis, entonces Guillermo, nos los relató en la radio con voz distorsionada.

Tres años después, la historia de José Luis y otras 40 voces que en Navarra se han atrevido a dar el paso de relatar lo sufrido, está a un paso de escucharse en el congreso de los diputados, la sede de la soberanía nacional.

Seguramente José Luis, aquella tarde, lo único que buscaba era poder sacar de sí mismo aquella historia, ese sufrimiento. Por eso, cualquier foro donde se escuche, es adecuado.

La memoria es lo primero que está ahí. La justicia, en muchos casos es difícil porque la ley hace que caduquen estos delitos, algo curioso. La reparación, pues parece que la Iglesia está lejos de ponerse con ello. Con que quisieran oirlos, quizás sería ya un paso.