"Fashion victim", el mural de Escif que denuncia, frente a Primark València, la explotación laboral en la producción de ropa en terceros países
El artista explica que el objetivo es mostrar la relación que hay entre consumo y pobreza. La empresa no se siente aludida porque están "comprometidos en apoyar los medios de vida" de las personas que fabrican sus productos.
Polémica del mural de Escif frente a Primark
Valencia
El arte suele ser provocación, y esta genera, por lo general, controversia. Así ha sido en el último trabajo del artista Escif, que hace unos días comenzaba a elaboral un mural de grandes dimensiones en el centro de la ciudad de València. Se trata de una serie de dibujos de mujeres sentadas o agachadas trabajando con máquinas de coser. En la creación aparecen de pie, observándolas y con gesto firme, algunos hombres. En el mural también se ven varios montones de lo que parecen ser prendas de ropa.
El caso es que, al tratarse de una pared que se encuentra dentro del conjunto BIC (Bien de interés Cultural) de la plaza de Toros, existían dudas respecto a la conveniencia de esta intervención. Pero desde la Generalitat Valenciana aclaran que los Servicios Territoriales de Cultura autorizaron el mural porque la intervención es de carácter temporal, es decir, es reversible, y, además, no afecta a la conservación del monumento y forma parte de un proyecto cultural. Es más, en la autorización se especifica que la fachada debe volver a su estado anterior.
El propio Escif ha explicado a Radio Valencia que la intervención se ha hecho al calor de la grabación de un documental titulado "El oficio de pintar", un proyecto de la productora Estrela Audiovisual que está grabando estos días y que hace un recorrido sobre el histórico Equipo Crónica.
El mural, que se ha acabado esta semana, tiene un mensaje claro, la denuncia la explotación laboral en la producción de ropa en terceros países. De hecho lleva por título "Fashion victim" y junto a los dibujos de personas se pueden ver expresiones como "jersey cuello redondo, 7 euros", "leggins, 13 euros", "pijama, 7 euros", o "camisón, 6 euros".
Escif explica que el leitmotiv del mural es simplemente mostrar la relación que hay entre consumo y pobreza; cómo afecta nuestro modelo de sociedad en otras sociedades y el impacto que tiene el capitalismo en el planeta.
Lo controvertido del asunto es que ese mural está a escasísimos metros de una conocida multinacional de ropa, Primark, que se caracteriza precisamente por sus bajos precios.
La empresa responde
La empresa ha admitido que están "al tanto" del mural. Y dicen textualmente: "No nos sentimos cuestionados porque en Primark estamos comprometidos en apoyar los medios de vida de las personas que fabrican nuestra ropa. Sin ellos, no estaríamos hoy donde estamos y nos tomamos muy en serio nuestras responsabilidades".
La empresa asegura que su Código de Conducta establece muy claramente lo que esperan de sus proveedores e insisten en que solo realizan pedidos a un proveedor si este acepta sus estándares.
Primark ha señalado que el año pasado anunciaron una serie de compromisos de sostenibilidad que incluyen el objetivo de crear sostenibilidad financiera para los trabajadores de su cadena de suministro.