El Supremo condena a un religioso a tres años y medio de cárcel por quedarse con 170.000 euros de una anciana
El alto tribunal confirma la sentencia de la Audiencia de Navarra y subraya que el acusado, que presidía la Fraternidad de la Divina Misericordia, se aprovechó de la influencia religiosa que ejercía sobre la anciana para ejercer su "actividad depredadora"
Madrid
El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia de la Audiencia de Navarra que condenó a un religioso por un delito de apropiación indebida al quedarse con 170.000 euros de una anciana a la que acompañaba en el rezo. El condenado era en el momento de los hechos presidente de la Fraternidad Apostólica de la Divina Misericordia.
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Dice la sentencia que ambos coincidieron en encuentros de oración en el año 2010 y que él se ganó la confianza de la anciana con visitas a la residencia en la que estaba, consiguiendo administrar los 275.000 euros de sus cuentas y llegando a ser nombrado heredero universal en 2014. A partir de ese momento, la relación se enfrió y la anciana empezó a sospechar de las verdaderas intenciones del religioso poniendo los hechos en conocimiento de unos conocidos.
La nueva administradora descubrió que no había justificación alguna del destino de 170.000 euros del dinero de la víctima que había firmado un testamento con un abogado de confianza del religioso que recogía su agradecimiento por haber donado en su nombre 96.000 euros de los que no había soporte documental. Una "nota de reconocimiento elaborada sobre una servilleta y que ni siquiera estaba fechada", según la sentencia.
Los magistrados señalan que el acusado "a través de la religión, entabló relaciones con la perjudicada, de avanzada edad, físicamente impedida y sin familiares cercanos, rellenando el vacío emocional y aparentando una acción de acompañamiento altruista. Con ello no solo defraudó el deber de confianza que se deposita en aquel a quien se encomienda la gestión de un patrimonio, sino algo más". Fue, añaden, "la afinidad religiosa y todo el entorno inherente a la misma, la que el acusado aprovechó para hacerse paulatinamente con esa confianza, que le permitió dirigir la vida de la anciana y acceder al control de sus fondos".
El acusado, concluyen, "no sólo se fue apoderando del efectivo del que la anciana disponía en las cuentas bancarias cuya gestión se le encomendó y de las que dispuso a su antojo, sino que incluso fue tejiendo toda una estrategia para a encubrir documentalmente su actividad, haciendo asumir a la anciana afirmaciones que reflejaban unos actos de liberalidad inexistentes, solo entendibles en cuanto dirigidos a operar como soporte y pantalla de su actividad depredadora"
Pedro Jiménez
Redactor Jefe en la Cadena SER. Antes he pasado por los equipos de Hora 14, Radio Madrid, Fin de Semana,...