Un edificio moderno, "humano" y preparado para el futuro: así será el nuevo hospital
Buceamos en el proyecto básico de construcción del futuro hospital de Aranda, una de las reivindicaciones más antiguas de la comarca y que más ilusión y unanimidad concita entre la población Pese a los reiterados retrasos e incumplimientos políticos con esta infraestructura su desbloqueo administrativo y la redacción final del proyecto permiten vislumbrar lo que será un edificio vanguardista en su forma y moderno en sus posibilidades de atención sanitaria
Aranda de Duero
450 folios. Esta es el cofre que guarda el tesoro más preciado de arandinos y ribereños para las próximas décadas: el nuevo hospital comarcal que sustituirá a la actual sede del Santos Reyes, que el sistema nacional de salud tomó prestado a una antigua fundación benéfica municipal y cuyo destino será volver al patrimonio del Ayuntamiento.
Pero no es por viejo (solamente) por lo que el actual hospital hace tiempo reclama su sustitución. Al edificio ya no le quedan más costuras que reventar: tan pequeño que muchos de los servicios hospitalarios tienen que ser atendidos en otros espacios, tan imposible de ampliar que estuvo ofreciendo atención oncológica durante siete años en barracones y tan limitado que hasta la formación MIR se pone en cuestión por la dificultad, hasta ahora, de ofrecerles un espacio donde dormir y descansar.
Todos estos problemas son solo una mínima parte de lo que vendrá a mejorar el futuro hospital, que ya podemos ir imaginando a través de las páginas de un proyecto básico elaborado por los arquitectos de Berna10, que ahora espera la licencia de obras del Ayuntamiento de Aranda. Y lo más importante: su licitación por parte de SACYL
¿Cómo será el hospital?
El proyecto contempla dos edificios anexos diferenciados entre sí: el hospital propiamente dicho y otro dedicado a la gestión de residuos, central de instalaciones, talleres y mantenimiento, en cuya cubierta se habilitará un helipuerto. En el exterior, los aparcamientos contarán en total con 326 plazas, de ellas 24 completamente accesibles, distribuidas entorno a los distintos accesos: tres peatonales y tres rodados: el acceso principal será desde la rotonda de nueva ejecución, el acceso a Urgencias desde la Avenida Goya y un acceso para personal, servicios y suministros desde la calle Orfeón Arandino. Habrá otro acceso únicamente peatonal junto a una nueva parada de autobús proyectada en la calle Goya.
El diseño del hospital ha estado guiado, entre otros criterios, por el empeño en proporcionar luz y ventilación natural a la mayor parte de las estancias (habrá grandes patios para conseguirlo). Según explican los arquitectos en su proyecto “un hospital fácil de entender” (algo que agradecerán todos cuantos hayan tenido que sufrir el HUBU). Como se ha dicho en numerosas ocasiones se ha tenido muy en cuenta las dobles circulaciones, para minimizar contagios, favorecer la privacidad y facilitar la labor de los profesionales.
El acceso en el edificio principal conducirá a un vestíbulo de dos alturas con un vacío central. Y apoyados en él cinco bloques trasversales: tres serán de dos alturas y se dedicarán a la actividad asistencia. Los otros dos alcanzarán las cuatro alturas; las dos más elevadas serán exclusivamente para hospitalización. 144 camas será la capacidad que tenga el nuevo hospital, 30 más que en pequeño Santos Reyes. Y con habitaciones amplias, muchas de ellas individuales.
Uno de los avances del edificio diseñado es que permite cambiar el uso de los espacios que están pensados para cumplir diferentes funciones dependiendo de la evolución de las necesidades asistenciales. Porque el nuevo hospital se ha diseñado pensando en las necesidades presentes que no pueden satisfacerse o se cubren en precario por la falta de espacio pero especialmente pensando en que pueda sumar prestaciones en el futuro: la Unidad de Cuidados Intermedios se ha proyectado como una UCI. Pero es el espacio para Urgencias el que más cambio experimenta. El documento da por hecho que habrá en el mismo edificio tanto Urgencias de Atención Primaria como Hospitalaria, por lo que diseña 6 consultas para las primeras y cinco para las segundas.
Y merece una reseña lo que no hay en el Santos Reyes y ahora habrá en el nuevo hospital: consultas suficientes para todas las especialidades de forma que ninguna de ellas tenga que ofrecerse en otras instalaciones; se incluye una consulta dedicada específicamente a Neumología, especialidad aún no implantada en el hospital; instalaciones para albergar el servicio de diálisis; Hospital de Día Pediátrico diferenciado; Hospital de Día Quirúrgico diferenciado; Bloque Obstétrico diferenciado; cinco quirófanos, dos de ellos de casi 50 metros cuadrados, que permitirán (ojalá) el uso de equipos especiales (¿el sorprendente robot Da Vinci?)
Es obligado reconocer, pese a todo, una sombra que vela la ilusión ciudadana por este proyecto: la escasez de médicos que le doten de actividad y exploten sus posibilidades. Sin embargo desde la Gerencia del hospital ya se ha expresado en mas ocasiones la confianza de que unas instalaciones más modernas y con mayores posibilidades asistenciales y diagnósticas sea un factor que atraiga a mas profesionales, que también contarán en este nuevo edificio con más espacio para descanso y estudio, con aulas y estancias dedicadas a la docencia y el trabajo de investigación.
El edificio, por supuesto, tendrá cafetería restaurante y acogerá también la sede de Emergencias sanitarias
¿Cuánto le costara todo esto a SACYL?
La previsión que hacen los arquitectos es de 72.556.445,41 euros de presupuesto total, aunque distinguen lo que es el presupuesto de ejecución material propiamente dicho, que calculan en 60 millones de euros, de otros conceptos que lo elevan en doce millones más, entre ellos el beneficio industrial, calculado en 3.568.349 euros.
El tamaño importa
Y no se trata solo de que el futuro hospital vaya a triplicar la superficie del actual y por lo tanto haya más de todo y más grande. No es solo una cuestión de cantidad, sino de calidad: la holgura de espacio va a permitir, por ejemplo, que todos los baños y estancias estén adaptadas a personas con dificultades de movilidad, que se reunifiquen servicios sanitarios dispersos por la ciudad, que se puedan aterrizar las reivindicaciones de nuevas especialidades, que se pueda soñar con nuevas técnicas diagnósticas con visos de que sean realidad, que las tres asistencias sanitarias públicas: primaria, hospitalaria y emergencias, tengan un espacio para trabajar juntas o que puedan comenzar a desarrollarse nuevos servicios a la sociedad, de importancia creciente, como los cuidados paliativos o la hospitalización a domicilio.
Aún no se ha puesto la primera piedra y ni siquiera hemos visto que se remueva la tierra para llevar a cabo las acometidas de servicios básicos. Pero un proyecto que pone por escrito y sobre plano las ilusiones de todo un pueblo es ya el germen del futuro.
Elena Lastra
Redactora jefe de la Cadena SER en Aranda y presentadora...