La obra del paso de Labradores acaba con la tapia de la calle de la Estación

Valladolid

Durante décadas ha formado parte del paisaje urbano de Valladolid, pero la tapia que separaba la calle de la Estación de las vías ya es historia. Su derribo forma parte de la obra que se desarrolla en el entorno de la calle Labradores para transformar el actual y desfasado túnel, en un nuevo paso más amplio con plazas peatonales, en un estilo similar al que el Ayuntamiento llevó a cabo en la plaza de Rafael Cano, en el barrio de la Pilarica.

La actuación prevista en este proyecto de integración ferroviaria comprenden la ampliación y mejora del paso para vehículo existente en la calle Labradores, un nuevo paso para vehículos en la calle Panaderos que conecte este vial, la calle de la Estación y la avenida de Segovia. El proyecto incluye también un nuevo paso para peatones y bicicletas entre los dos pasos de vehículos. Además, se clausurará el paso peatonal existente en la calle Labradores y el tratamiento de los espacios colindantes de manera que se integren los distintos accesos con el entramado urbanos de Valladolid.

El proyecto se realiza según el informe de "control arqueológico". En el documento se indica que en la avenida de Segovia (extramuros a la delimitación de la tercera cerca de la ciudad) la estratigrafía registrada es bastante sencilla, y en ningún caso se han reconocido vestigios arqueológicos,lo que confirma la contemporaneidad de esta vía.

En noviembre comenzó un nuevo orte en la obra, ya dentro del espacio de los talleres. La estratigrafía reproduce la constatada en los sondeos abiertos en el mes de agosto, con una capa superior arcillosa, numerosos restos constructivos procedentes de las remociones y nivelaciones realizadas en la zona de talleres, que se disponen directamente sobre las gravas geológicas.

En resumen, el control arqueológico de las actuaciones efectuadas hasta el momento no ha deparado nuevos vestigios o evidencias arqueológicas.