Solidaridad emocional con La Palma

La idea partió de una mamá del cole, pensó que podía resultar muy positivo mandar cariño a los niños y niñas de La Palma afectados por el volcán; un gesto valioso para ambas partes. A las tutoras de segundo de Primaria de Urkide aquella idea les encajó perfectamente con los objetivos tanto académicos como de educación en valores que trabajan y dieron forma al proyecto. Decidieron que enviarían buenas energías a través de dibujos y mensajes de ánimo.

Con ayuda de internet buscaron centros educativos que pudieran ser destinatarios de las cartas solidarias y, una vez localizados y tras consultarles si aceptaban la propuesta, se pusieron manos a la obra.

El alumnado se lo curró: tres dibujos con sus respectivos mensajes que tenían que estar cargados de alegría, de buenas vibraciones. Una vez metidos los sobres en el buzón, tocaba esperar. Y la respuesta llegó desde un centro rural de la costa de Tazacorte, el CEIP El Puerto.

Alucinados

Begoña Vera Reyes, directora de la escuela, asegura que no daban crédito a que un cole de la península pudiera haber localizado su pequeña comunidad educativa y que las cartas supusieron una inyección de energía tremenda en unos momentos muy duros.

Aunque hay familias de la zona afectadas, el colegio -dice Begoña- se ha librado de grandes daños. No obstante, los niños y niñas han pasado muchos nervios, ansiedad, miedo por los gases peligrosos o por los movimientos sísmicos que hacían temblar las ventanas de las aulas. No se podían quitar el volcán de la cabeza.

Tanto Urkide como el CEIP El Puerto evalúan muy positivamente la experiencia y parece que su relación podría ir para largo.