Cuando el Ayuntamiento de Madrid notificó en 2021 más de 5.400 multas por ensuciar la vía pública convirtió a Usera, Centro, y Carabanchel en los distritos que acumulan mayor número de denuncias por arrojar basura a la calle, según los datos facilitados por la propia institución, a través de datos.madrid.es. Y es que se han cumplido tres meses desde que entró en funcionamiento el nuevo contrato de limpieza en la capital, que tenía como objetivo limpiar la ciudad a través de la incorporación de unos 2.000 trabajadores de calle más y un incremento presupuestario de un 45%. El sindicato Comisiones Obreras ha reclamado que se cumpla este objetivo, puesto que, como el propio alcalde mencionó, faltan manos para cubrir las necesidades en limpieza viaria de una ciudad como Madrid. En Usera se han notificado casi 2.000 multas entre abril de 2019 y diciembre de 2021, seguido del distrito Centro con 1.500 multas y de Carabanchel con casi 800. El incumplimiento del artículo 86.2 D de la Ordenanza de Limpieza de los Espacios Públicos y Gestión de Residuos, de 27 de febrero de 2009, del Ayuntamiento de Madrid ha sido el principal motivo de sanción durante los últimos tres años, cifra que corresponde con «arrojar residuos de consumo privado a la vía pública». En segundo lugar, el más infligido ha sido el artículo 87.1 A, que se refiere a ensuciar, lavar, limpiar o cambiar el aceite y otros líquidos a los vehículos en la vía y espacios públicos, así como hacer las necesidades fisiológica, en otras palabras, defecar o miccionar en espacios públicos. El mes que más multas notificó fue julio de este 2021, que consiguió recoger 1.100 en sus 31 días, aunque la jornada que más sanciones recogieron la policía y los técnicos municipales fue el 11 de julio de 2021, día en el que las autoridades recogieron un total de 128 multas, la mitad de ellas, 64, se registraron en Usera. En 2021, en total, se han recogido 5.500 multas, mientras que en 2019 se tramitaron casi 6.000 denuncias por ensuciar las calles, un 9,3% más que en 2021. En 2017, que son los datos más lejanos que tiene publicados el portal de datos abiertos del Ayuntamiento de Madrid, el número de multas y se encontraba por debajo de las 5.000, lo que supone que de 2017 a 2021 el número de sanciones ha aumentado en un 24%. Lo cierto es que incluso los responsables de limpieza diaria reconocen que la suciedad depende de los barrios, que hay calles que se limpian más que otras. «Había zonas en las que no pasaba un barrendero semanas y meses, cuando había contratos integrales», anuncia Manuel Menéndez Sánchez es el responsable de limpieza diaria del sindicato Comisiones Obreras en su entrevista en Hora 14 Madrid. Aunque la situación haya mejorado desde la implantación del plan integral de 2013, es necesario, así lo reclama, que pongan ya en práctica la contratación de los 2.000 trabajadores que faltan. Al ser algunos barrios los más perjudicados por esta falta de trabajadores (y educación) ha provocado una enorme diferencia entre barrios. En un extremo, Usera, el distrito que más sanciones ha recogido según los últimos datos del Ayuntamiento de Madrid, que ofrece en su portal de datos abiertos, recogió casi 2.000 multas durante los últimos dos años, mientras que el segundo ha sido el distrito Centro, que reúne 1.600 multas entre 2020 y 2021. En el otro extremo, si tuviésemos que otorgarle un premio al distrito más limpio, o al menos, al menos sancionado, se lo llevaría Moratalaz. La razón es que los últimos datos que ofrece el Ayuntamiento, que abarcan desde abril de 2019 hasta diciembre de 2021 registran un total de 50 multas. Si comparamos los datos totales de las multas y hacemos una comparativa de años vemos que en 2021 se pusieron 5.430, lo que corresponde a 400 multas menos por limpieza que las que se registraron en 2019. Y en este año la situación cambia dado que el distrito con más multas es el Centro, con casi la mitad de las multas, mientras que Usera solo recogió 200. No obstante, Moratalaz vuelve a ser el más limpio con sólo 53 sanciones por limpieza. No sólo la falta de personal es un problema, sino que a ello se le suma la mala educación de la ciudadanía, al menos, es lo que denuncian los responsables de limpieza diaria, que tienen que lidiar cada mañana con un excesivo trabajo. «A mi me han tirado pañales por la ventana», denuncia uno de los responsables con los que ha hablado Isabel Salvador. «Aquí venimos a trabajar, hay cosas más injustas que otras, pero hacemos lo que podemos», lamenta el otro responsable. No les sale la vena de enfrentarse con aquellos que ensucian porque, así lo justifican, «no merece la pena meterse en problemas día tras día».