La Ertzaintza cumple 40 años
Agentes de la primera y segunda promoción nos ayudan a recordar los orígenes y la evolución de las cuatro décadas de existencia de la policía vasca

Bilbao
El 8 de febrero de 1982 comenzaron a darse las primeras clases para formar a los futuros ertzainas en Arkaute, la Academia de policía vasca. Ese día llegaron hasta allí 600 hombres, entre ellos Jon García Trula, un ertzaina ya jubilado que recuerda como aquel día les enviaron de nuevo para casa, porque en las instalaciones faltaba prácticamente de todo. De hecho 'Trula', como le llaman todos en el cuerpo, recuerda que apenas había unas 200 camas para los 600 agentes de esa primera promoción, y ni siquiera había agua caliente. Lo que no faltaba en aquella primera promoción era ilusión y el Gobierno Vasco, entonces liderado por el lehendakari Carlos Garaikoetxea, tenía claro que una vez conseguida la ansiada policía vasca, había que empezar como fuese, por si el gobierno de Madrid cambiaba de opinión.
Hubo que esperar un año más para las primeras mujeres agentes, el 8 de marzo de 1983 empezaron las clases de la segunda promoción, la primera con mujeres una vez que se eliminó el requisito de haber cumplido el servicio militar. Esta segunda promoción ya contaba con instalaciones adecuadas, aunque la entrada de las agentes obligó a cambiar algunos hábitos, como las revistas sorpresa que a veces cogían a las reclutas recién salidas de la ducha. Una de esas primeras mujeres ertzainas, Marta Itziar Balenciaga, recuerda también los primeros uniformes que les dieron: falda de tubo hasta la rodilla, medias rojas y zapatos con un pequeño tacón. Un uniforme que resultaba totalmente ineficaz para la labor que debían realizar y que fue rápidamente sustituido por otro más funcional.
Pese a estas dificultades iniciales, los primeros ertzainas salieron a la calle. Primero para vigilar instituciones como el Parlamento vasco o el Palacio de Ajuria Enea o incluso ayudando en una de sus primeras intervenciones en las graves inundaciones de Bilbao en agosto de 1983. Esos primeros años eran recibidos en los pueblos entre felicitaciones y enhorabuenas, y a menudo se les invitaba a entrar en los "baserris" para tomar algo y calentarse. Un clima amigable incluso con las primeras multas de tráfico, la primera llegó el 23 de marzo de 1983, con las que, tal y como recuerda 'Trula', muchas veces los infractores les subrayaban que ser del PNV intentando librarse de la sanción.
Ese clima amigable cambió por completo con el recrudecimiento del terrorismo de ETA y los años de plomo, especialmente a raíz del asesinato del sargento mayor Joseba Goikoetxea el 23 de marzo de 1993. No fue el primer ertzaina asesinado por ETA, pero sí el primero marcado como objetivo y ejecutado. La imagen del ertzaina fue entonces repudiada en los sectores de la izquierda abertzale donde fueron apartados llegando incluso a que los agentes tuviesen que ocultar su condición de ertzaina y obligándoles a tomar medidas de seguridad para conseguir escapar del atentado. En total 15 ertzainas fueron asesinados por ETA entre 1990 y 2011.
Las muertes de sus compañeros y los funerales a los que acudieron son los peores recuerdos que tienen Jon García y Marta Itziar de su trabajo en la Ertzaintza, pero ambos prefieren quedarse con las alegrías que también les ha dado un vida dedicada al servicio a los ciudadanos. Ambos atesoran anécdotas cariñosas de esos años en el cuerpo.
A día de hoy, 16 agentes de aquella primera promoción siguen en activo, y los ertzainas tienen por primera vez una mujer al frente, Victoria Landa, la primera mujer directora de la Ertzaintza. Este mes de febrero entrará a formarse en Arkaute la trigésima promoción, 30 promociones en 40 años.




