Pasión, trabajo y apoyo económico: la fórmula del relevo rural
Ainara González, Mario Salvador y Beatriz Gutiérrez decidieron dar un giro a sus vidas para dedicarse a trabajar en el campo y la mar. Conversamos con ellos sobre los motivos que los llevaron a tomar este rumbo en un momento en el que peligra el relevo generacional del sector primario
Pasión, trabajo y apoyo económico: la fórmula del relevo rural
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Madrid
Ainara González vio su primera vaca a los 19 años cuando entró de becaria en la granja de la ganadera Ana Corredoira en la aldea de A Cernada (Lugo). Ella era una "chica de ciudad" pero desde siempre había tenido claro que quería dedicarse al trabajo en el campo. A pesar de las largas jornadas, la excesiva burocracia del sector o la volatilidad económica que supone dedicarse a la agricultura, la ganadería o la pesca, el caso de Ainara es ejemplo de que el sector primario aún despierta mucha pasión entre quienes se dedican a estos oficios.
Una pasión que comparten Mario Salvador y Beatriz Gutiérrez. Él, ingeniero mecánico de 29 años, decidió dar un giro a su vida para incorporarse como ganadero y agricultor en la explotación familiar donde siembra trigo, cebada, y cuenta con 6.400 cabezas de ganado. Ella, de 36 años, abandonó su trabajo como auxiliar de enfermería para dedicarse a la mar. Ambos provienen de familias en los que ya alguien se dedicaba a estos oficios. De otra manera, explican, les hubiera resultado muy difícil arrancar de cero.
"Las políticas agrarias de este país penalizan a los jóvenes. Solamente el 8% de los perceptores de ayudas PAC en España son menores de 40 años", explica el agricultor Marcos Garcés, que trabajó durante años como coordinador de Juventudes Agrarias de COAG. "Es un problema social porque en nuestro país hay cada vez menos gente que se dedica a producir alimentos", opina. De esta manera, peligra el relevo generacional entre personas que no tienen una vinculación directa con el medio rural y quieren incorporarse a este trabajo como Ainara, Mario o Beatriz.
Tiene mucho que ver en este aspecto la imagen social que existe sobre estos oficios. La ganadera Ana Corredoira explica que hasta hace no muchos años se consideraba que el futuro de los jóvenes del mundo rural podía verse afectado por unas condiciones duras de trabajo, bajos sueldos, pocos derechos e inestabilidad laboral. "Todo esto ha impulsado el éxodo de los jóvenes hacia las zonas urbanas. Es un gran problema que hay que solventar, especialmente con la implementación de reformas políticas que acaben de romper esa brecha generacional", apunta la ganadera.