Cuando los molinos son la mancha
La periodista Ana Huguet reflexiona en La Ventana Andalucía sobre la proliferación de parques eólicos.
La columnista de La Ventana Andalucía, Ana Huguet
Sevilla
La energía eólica aporta por primera vez en España casi la mitad de la electricidad total que consumimos. El proceso de transición energética es necesario, oportuno y obligado. La pregunta es si el crecimiento exponencial de plantas está suficientemente regulado.
Andalucía cerró 2011 con una potencia acumulada en eólicas de 3.000 megavatios y ya en 2019 toda la energía verde representaba más de 16.000 Mv. La comunidad es la segunda de España en energía verde, la primera en potencia instalada en solar y la cuarta en eólica, según un informe publicado por la Agencia EFE en julio de 2020. Comunidades como Navarra ya regulan estas instalaciones. Las limitan por factores ambientales o paisajísticos y directamente las prohíben en suelos de alto valor productivo.
Aquí, no pocas voces denuncian una absoluta falta de control y Ecologistas en Acción ha advertido de una “desmesurada avalancha”. En Jerez, se está construyendo un parque eólico de cinco aerogeneradores de 120 metros de altura en plena viña, en pagos históricos de la Denominación de Origen, en mitad de los paisajes de la Ruta del Vino y del Brandy. Nadie ha hecho la tarea. La empresa cuenta dos autorizaciones ambientales de la Junta, una concedida en 2011 por la administración socialista y otra, de 2020, otorgada por el gobierno del cambio. El propio Ayuntamiento aprobó la licencia de obra por una falta de protección del viñedo en el PGOU. Todas las administraciones han hecho caja y el proyecto ya es imparable.
En el litoral de Cádiz una empresa pretende instalar un parque eólico marino con 18 aerogeneradores de 200 metros de altura a cuatro kilómetros de la playa de Rota y a seis de La Caleta. La proximidad a la costa no respeta ni la recomendación que la propia Agencia Andaluza de la Energía recoge en un informe de octubre de 2020, pero de momento la Junta no ha vetado el proyecto. Es más, el gobierno andaluz, en ese mismo informe, ve en las costas de Cádiz y Huelva “un potencial eólico offshore de 11.000 Mv”.
Energías limpias, sí; pero con regulación. No vaya a ser que estemos haciendo caja a costa de machacar sectores estratégicos de manera irreversible.
La columna de Ana Huguet ( 07/02/2022)