El micromentario de Pepe Belmonte: "Oponerse a todo y contra todos"

Murcia

Al Partido Popular del Congreso de los Diputados le ha salido el tiro por la culata. No siempre vencen los que instigan, los que maquinan y tratan de manipularlo todo.

En el ambiente de la Cámara Baja, en tanto se votaba la nueva Ley de Reforma Laboral, sobrevoló la posibilidad de un nuevo “tamayazo”, que es, según wikipedia, el nombre periodístico por el que se conoce, y ha pasado a la historia, la votación celebrada en junio de 2003 en la Asamblea de la Comunidad de Madrid, cuando dos miembros cobardes y díscolos del Partido Socialista impidieron con su ausencia la investidura de Rafael Simancas, poniendo en bandeja a Esperanza Aguirre la presidencia de esa autonomía.

De nada ha servido que, tras mucho esfuerzo, se dieran la mano patronal y sindicatos para sacar adelante una reforma que pedía con insistencia la propia Comunidad Europea.

La cuestión era oponerse. Oponerse a todo y contra todos, y tratar así de desgastar al gobierno de la nación de cara a las elecciones de Castilla y León, aunque se perjudicara a millones de trabajadores, y en contra del sentido común. Qué más da.

Pero, por lo visto, en política vale todo. Y si no que se lo pregunten a esos dos aviesos diputados de UPN que se pasaron por el forro las consignas de su propio partido.

Teodoro García Egea, con los brazos abiertos y en alto, no se sabe si invocando a Dios o al diablo, encajó muy mal la derrota por la mínima y con un golazo en propia meta. Y dejó entrever su talante de mal perdedor, insufrible y poco educado.

Sobrevoló, ya digo, por la Cámara de los Diputados el recuerdo triste del “tamayazo”, por lo que no he podido evitar recordar cierta frase de Maquiavelo en la que nos regalaba el siguiente pensamiento: “Nunca intentes ganar por la fuerza lo que puede ser ganado por la mentira”.

Pepe Belmonte