La primera granja de pulpos del mundo abrirá en 2023 en el Puerto de Las Palmas y creará 300 empleos
Desde Nueva Pescanova prevén que la infraestructura estará operativa a partir de 2023

Por primera vez, investigadores del Instituto Español de Oceanografía logran reproducir pulpos en cautividad. / TOM KLEINDINST - Archivo (EUROPA PRESS)

Canarias será a partir de 2023 pionera en la creación de la primera granja de pulpos del mundo. Nueva Pescanova ha iniciado los trámites en la Autoridad Portuaria de Las Palmas para instalar esta infraestructura que supondrá la de mayor inversión económica privada a lo largo de la historia en el Puerto de Las Palmas, estamos hablando de en torno a los 45 millones de euros que se revertirán en la producción de 3.000 toneladas al año de este cefalópodo.
El grupo empresarial gallego ya está iniciando la búsqueda de talentos y la captación de personal en las Islas, en torno a 300 puestos de trabajo, que apuntan desde la compañía, que confían que sean ocupados por canarios.
Sin embargo, y a pesar de este hito alcanzado tras décadas de investigación de científicos de todo el mundo desde Estados Unidos a Japón, esta iniciativa ha generado una gran controversia y en algunos casos rechazo en ámbitos como el científico y en el de los defensores del medioambiente.
En el caso de los científicos, más de 100 profesionales han impulsado una iniciativa junto a la organización del bienestar animal Compassion in World Farming para frenar esta inversión empresarial que inmediatamente ha encontrado el respaldo de Bruselas, concretamente de la Comisión de Salud y Seguridad Alimentaria, que ya ha anunciado que va a estudiar el proyecto con detenimiento y que no descarta bloquear su puesta en marcha.
Desde Pescanova España, no obstante, aseguran que todos los procesos que van a desarrollar garantizarán el respeto al medioambiente. Ser Las Palmas ha hablado con Pescanova España, cuyo portavoz y Director de Acuicultura en España del Grupo, Roberto Romero explica que todos los procesos respectarán las medidas de sostenibilidad para garantizar tanto la calidad del agua como del tratado a estos animales.
Lo cierto es que el pulpo es uno de los animales más inteligentes de la ecosistema marino. Son varios los estudios que avalan que su cerebro funciona de forma sorprendentemente parecido al nuestro y su curiosidad y su deseo de explorar nos recuerdan a nuestra propia necesidad de adquirir conocimiento. Una de las principales negacionistas a la creación de estas granjas de pulpos es la misma directora de investigación de la Asociación Compassion in World Farming, Elena Lara. Según la doctora Lara, los pulpos nunca deberían criarse para comercializarse como alimento. Con una esperanza de vida de 5 años, son solitarios y muy inteligentes, así que a juicio de la investigadora, ponerlos en tanques sin estimulación cognitiva sería tremendamente perjudicial. Además, apunta este científica, los pulpos son seres sensibles y hay pruebas científicas sólidas de que pueden experimentar placer, emoción y alegría, pero también dolor, angustia y daño.
En cualquier caso además de las características propias de este cefalópodo, también preocupa su perjuicio a nuestro ecosistema marino. Mientras la acuicultura se ha convertido en una industria potente en Canarias, produciendo en torno a las 7.000 toneladas al año, su gestión ha sido muy debatida en los ámbitos científicos y especialmente, entre los ecologistas.
Lanzarote es un prototipo de esa cuestionada gestión, con su caso más polémico el de las jaulas marinas instaladas en la zona de Playa Quemada, en Yaiza. La empresa que la promueve es la única dedicada a la acuicultura en la isla, su concesión administrativa caducó en agosto pero hasta que no se resuelva el recurso presentado por la compañía pesquera puede seguir funcionando a pesar del descontento del ayuntamiento, de los vecinos y de los pescadores que ven cómo la contaminación del agua y del suelo marino por los piensos para peces les está dejando sin capturas.
Mientras eso ocurre en Lanzarote, en Gran Canaria tenemos modelos eficientes del funcionamiento de los procesos de acuicultura. Hasta la fecha, las especies autorizadas para su cultivo en jaulas marinas son la dorada, la lubina y el atún.




