Lo más precioso que tenemos

Madrid

Tantas dudas, tanta confusión que han provocado algunos sobre los avances de la ciencia a propósito de las nuevas vacunas nacidas frente al coronavirus, cuando la verdad es que la ciencia es, como decía Einstein, lo más precioso que tenemos. Cierto que comparada con la compleja realidad del universo, parece aún primitiva, pero sus pasos son enormes y sus logros, extraordinarios. La ciencia, la que va avanzando día a día, con esfuerzo de miles de personas, es apasionante, mucho más apasionante y extraordinaria que todas las fantasías, mentiras y confusiones con las que se la pretende a veces desautorizarla. La ciencia no hace milagros, desde luego, pero hace maravillas. Por ejemplo, no ha logrado regenerar una médula espinal completamente seccionada, pero en Suiza acaban de anunciar que tres parapléjicos que no podían caminar han empezado a hacerlo gracias a una serie de implantes electrónicos. La emoción que debieron experimentar esas tres personas, capaces de ponerse en pie y dar de nuevo pasos, es una emoción que nos llega a todos, que nos conmueve y nos da esperanza. Es verdad que la tecnología usada es aún demasiado compleja para poder usarse en el día a día de todas las personas que perdieron la movilidad de los miembros inferiores. Es verdad que exige un entrenamiento intensivo. Pero son los primeros pasos, no solo de esos tres parapléjicos, sino de una ciencia que logrará lo extraordinario. Lo maravilloso es simplemente que personas que no podían andar han empezado a hacerlo.