"Los animales salvajes no son mascotas": el mensaje de un profesor de zoología, sobre el mapache encontrado en el centro de Gijón

Gijón

Dice Alfredo Ojanguren, profesor de zoología de la Universidad de Oviedo, que los mapaches son muy inteligente y de apariencia simpática, pero "su cara de listos" no ha de llevarnos a error. "Los animales no son cosas y, además, los animales salvajes no son mascotas". El zoólogo ha remarcado este aspecto en SER Gijón donde ha analizado las consecuencias y peligros de la presencia de esta especie originaria de Norteamérica en el Principado, donde ahora mismo se contabilizan ya tres mapaches.

El último en ser localizado aparecía el fin de semana pasado en pleno centro de Gijón, en la calle Covadonga, donde el servicio de bomberos logró capturar al ejemplar en un portal. "Las especies invasoras son un problema muy importante global y uno de los cuatro motivos de la crisis de biodiversidad que estamos viviendo", ha explicado. Un impacto que se puede medir "de muchas maneras, incluso económicamente. Son millones lo que puede costar a la economía global".

Más allá de lo que pueda suponer económicamente su contención, uno de los grandes problemas de la presencia de estas especies es la trasformación del ecosistema al que se incorporan. "Llegan a un ecosistema del que no forman parte. A veces no pueden reproducirse y se extinguen, pero otros como los mapaches se las arreglan y alteran ese sistema", a lo que ha añadido que "no solo como portadores de enfermedades, sino también como competidores de otros depredadores locales". Hay tres consecuencias: "Los mapaches son carnívoros, son depredadores. Uno de los efectos está ahí. Otro sería competir con depredadores locales, y que desplazan especies locales con los que compiten por la dieta como el Tejo, por ejemplo y por último, las enfermedades como la rabia, serían trasmisores de enfermedades peligrosas".

Legislación

Su vía de entrada, alerta Ojanguren, "es la tenencia como mascota. Hay que pedir a la gente y a las autoridades responsabilidad. Hay lugares en Asturias donde hay mapaches naturalizados o en vías de naturalización, ahí está el riesgo y de ahí la necesidad de campañas de trampeo para erradicarlo". En ese sentido, el profesor de la Universidad de Oviedo ha incidido en la necesidad de intervenir de manera prematura. "Cuando es tratable el tema de las especies invasoras es al inicio. Hay que tratar de evitar que no lleguen aquí porque una vez que la especie está establecida es mucho más complicado. Lo ideal es atacar esto desde el principio con legislación y con regulaciones", ha apuntado.

El ejemplar capturado en Gijón ha sido sacrificado por el Principado siguiendo los protocolos veterinarios de su plan vigente de erradicación de especies exóticas invasoras, entre las que figura el mapache. "Desde un punto de vista científico no se puede decir que haya que exterminar a este ejemplar. Lo que se haga con esos individuos concretos es una cuestión más ética que zoológica y casi más administrativa", ha concluido.