Así será la nueva escuela vasca: Sin guetos, ni cuotas escolares y con el euskera como eje
El Parlamento vasco confía en cerrar este mes el pacto educativo que servirá de base a la futura ley de Educación
Euskadi se prepara para actualizar su modelo educativo / Maskot . (Getty)
Vitoria
Euskadi ha iniciado hoy la cuenta atrás para sellar una pacto educativo que el Parlamento vasco prevé tener cerrado a final de mes y que servirá de inspiración a la futura ley de Educación. El preámbulo está escrito con las reflexiones de expertos y agentes educativos que en los últimos meses han pasado por la ponencia encargada de actualizar el modelo.
El documento denominado "Bases para una Educación del siglo XXI" plantea una especie de revolución en el actual sistema educativo cerrando la etapa de los modelos linguísticos y apostando por por único modelo, plurilingue, con el euskera como eje, con dos lenguas oficiales, pero priorizando el euskera para lograr que la totalidad del alumnado acabe sus estudios dominando ambas lenguas, y manejándose asimismo en al menos una lengua extranjera.
El reto es por tanto unificar el modelo, una especie de modelo D, pero flexible, que se adapte a la realidad de cada centro y del entorno social, y que, más allá de la enseñanza, fomente un uso activo del euskera: convertir los centros educativos en espacios de respiro para el euskera.
Además, la futura ley regulará una solución para la segregación escolar que implique a todos y no solo a la red pública que concentra la mayor parte del alumnado inmigrante y vulnerable. Se trata de un problema complejo que requiere de una intervención comunitaria, defiende el documento, para implicar a los centros concertados hasta el punto de condicionar su financiación al esfuerzo que hagan para acabar con los guetos educativos.
El tercer desafío es acabar con las cuotas de escolarización que cobran los centros concertados a las familias y que no tienen un amparo legal. Se plantea su eliminación para lograr una gratuidad real, defienden el texto que apuesta por regular las actividades complementarias y los servicios educativos para asegurar su carácter no lucrativo.
La propuesta persigue equiparar en derechos y obligaciones a todos los centros, con independencia de su naturaleza jurídica. Y es que el documento omite en sus 23 páginas la tradicional distinción entre las redes pública y concertada. Toda una declaración de intenciones sobre el 'modelo único' hacia el que se quiere transitar.
