Dying Light 2 Stay Human, más zombies, más tensión y más parkour
La secuela de una de las grandes sorpresas de la pasada generación de consolas ahonda en el pánico nocturno y la búsqueda de la supervivencia
Fuenlabrada
El primer Dying Light, obra de los autores de Dead Island (Techland), puso muy alto el listón en 2015. A una propuesta con zombies (infectados) aparentemente usual, le sumó una ciudad muy grande con libertad de exploración, ágil parkour y unas persecuciones nocturnas que quitaban el aliento buscando un lugar seguro donde descansar de una pieza. Dying Light 2 Stay Human aterriza ahora para PS5/PS4, Xbox Series/One y PC, y próximamente también llegará a Nintendo Switch.
SER Jugones 8x25: Dying Light 2 Stay Human, más zombies, más tensión y más parkour
Ambientado quince años después de la primera parte, Dying Light 2 nos pone en la piel de Aiden, un peregrino que se dedica a conectar los escasos asentamientos humanos que quedan en pie. El virus original salió de un laboratorio modificado genéticamente para hacerlo más peligroso y diezmó hasta el extremo la población mundial (abstengámonos de paralelismos, por favor). En su labor Ayden llega a la ciudad de Villedor, la urbe más grande que se conserva; pero lo hace con sus propias reglas: facciones, saqueos y noches terribles plagadas de monstruos. Al mismo tiempo Aiden busca a su hermana Mia, que sufrió junto a él la experimentación con el virus, y al responsable de estas macabras pruebas. De hecho él mismo está infectado y no puede permanecer demasiado en la oscuridad para no caer de forma irreversible en un estadio superior de la infección y convertirse en zombie.
En forma de aventura en primera persona con toques RPG el juego nos introduce en la enorme ciudad con dos ambientaciones muy diferentes, el día y la noche. Con la luz del sol los humanos tratan de sobrevivir buscando recursos como agua, energía e ingredientes de artesanía, y no faltan los enfrentamientos violentos. La noche es para los monstruos, que no soportan la luz, y convierten las calles en hervideros de infectados. Salir de noche es muy peligroso, y como pasó con la primera parte nos deparará persecuciones repletas de tensión y algunos de los mejores momentos del título. Sobre todo teniendo en cuenta que los mejores objetos se encuentran en las guaridas de los monstruos, parcialmente vacías por las noches cuando salen a cazar. Como en la primera parte estaremos continuamente utilizando ese cuestionable radar o ‘sentido de supervivencia’ que nos revela los objetos cercanos.
Además del combate contra otros humanos y los monstruos con armas diversas y cada vez más letales, el segundo gran pilar de Dying Light 2 es de nuevo el parkour. Cuenta con su propio árbol de habilidades para ganar técnicas de desplazamiento por los tejados (el otro árbol es el de combate) y vamos a encadenar combos imposibles con diferentes impulsos, apoyos y con nuestro gancho y un pequeño parapente. Debemos tomar decisiones rápidamente para no despeñarnos, un punto que el parkour comparte con la propia historia: muchas decisiones tendrán consecuencias y pueden cambiar el final del juego.
A nivel audiovisual Dying Light 2 tiene un gran nivel. El diseño de la ciudad postapocalíptica, las diferentes armas o los enemigos (virales, volátiles y versiones especiales modificadas genéticamente) tienen muchísimo detalle, y cuenta con tres opciones para centrarnos en el rendimiento, la calidad o la resolución-al menos en el caso de PS5, nuestra versión-. El apartado sonoro también está a la altura. El juego está bien doblado al español y la ambientación sonora hace las persecuciones nocturnas absolutamente estresantes. Pero también es cierto que cuenta con algunos errores que se están tratando de solucionar, tanto con el parche de lanzamiento como con otro que será lanzado dentro de unas semanas, según la desarrolladora. Hemos detectado problemas de sonido con la voz de algunos secundarios, errores de traducción o movimientos bruscos y antinaturales en ciertos enemigos, por ejemplo.
Finalmente es interesante resaltar que el juego cuenta con modo cooperativo online hasta para cuatro jugadores, con muchas posibilidades de colaboración y decisiones mediante votación. Completar solo la historia principal nos llevará una treintena de horas; si queremos hacer todas las misiones secundarias esta cifra puede multiplicarse por tres y, según sus creadores, desentrañar todos los secretos puede llevarnos medio millar de horas (¡!). Hemos comentado estas y otras características con Roberto Serrano, jefe de producto para el título en Koch Media España. Hasta aquí el SER Jugones de esta semana, pasadlo bien.