La guerra de los 'chinos': así sufren las consecuencias de las macrogranjas ganaderos y vecinos

Lorca

En esta sociedad cada vez más colmada de ruidos y mensajes exagerados, Lorca ha emergido en los últimos días como el paradigma de esa España tensionada y confusa que asoma cada vez más, sobre todo azuzada por la escandalera política. Del asalto al edificio donde estaban reunidos el ayuntamiento y los ganaderos quedó demostrado que muchos no sabían ni a lo que iban, pero también, que parte de nosotros nos quedamos con ese hecho y no profundizamos en la realidad que ha llevado a este conflicto en Lorca.

La realidad es esta, la de los 'Chinos', como llaman en la zona a los cochinos, a los cerdos. Con la visión de los ganaderos. “Tenemos nuestro corazón. Los políticos no deben de utilizarnos como si fuéramos marionetas”, indica Alfredo Artero, ganadero desde hace más de 30 años.

Otra de las realidades, la de los vecinos y vecinas que viven a solo unos metros de estas macrogranjas. "El olor, los ruidos que se producen al as 6 de la mañana cuando cargan a los chinos”, expresa Melchora, vecina de Tercia.

Un asunto que no es ajeno la de sus autoridades, que hoy han vuelto a verse las caras con los ganaderos, en una zona donde hay más de 650 explotaciones de porcino, con miles de animales en engorde para que podamos consumir a precios razonables. Hoy con la digestión ya hecha, queremos hacer esto, pisar y oler la realidad, escuchar todos los puntos de vista de la realidad de la realidad sobre este modelo de explotación ganadera.

Nos adentramos en la granja de Alfredo

Lo primero, vamos a llevarlos es a una de esas macrogranjas, 1300 cerdos comiendo pienso a todas horas para que en 4 meses y medio estén por encima de los 105 kilos y al Matadero. Alfredo Artero, tiene 58 años, es la tercera generación de Ganaderos, su hermano y sus sobrinos también crían cerdos en Puerto Lumbreras, al lado de Lorca, de hecho, le vende a empresas lorquinas. "En España y Europa no hay macrogranjas. En China y Australia sí que existen”, comenta este ganadero que explica que en otros países tienen hasta 130.000 vacas mientras que en España tienen máximo 2.000.

Artero no duda en defender el control permanente al que son sometidos, tanto por la calidad como por el cuidado de sus animales. “Pasamos tres auditorias. De la oficina comarcal agraria, de la empresa integradora y otra externa, por parte de los supermercados”.

También pide comprensión, dice que, con los precios actuales de los piensos, de los costes etc. es imposible tener granjas pequeñas y sostenibles y por eso acaban siendo parte integrada en las grandes redes de las cárnicas. “La ganadería intensiva es la que mejor existe, la más controlada”, asegura Alfredo.

Este ganadero es partidario del diálogo de hecho acudió a la asamblea en la que se convocó la concentración en Lorca que acabó en el fatídico asalto, pero vio cosas que no le gustaron y decidió no acudir a la manifestación.

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Se sienten utilizados, ya escuchábamos que no quieren ser tratados como marionetas. Defiende los acuerdos a los que se llegaron con el ayuntamiento de Lorca y cree que una mala interpretación incendió algunos ánimos. “No se puede justificar nunca lo que pasó en Lorca”, comenta Alfredo.

Este ganadero entiende perfectamente las reclamaciones de los vecinos. “Llevamos toda la vida teniendo problemas con los vecinos por el olor. Es estiércol”, explica.

Insiste en que dependen de las grandes empresas y que ese modelo es el que permite que compremos carne a precio asequible en los mercados. Dice que esas grandes empresas son ahora mismo imprescindibles para la supervivencia de estos ganaderos. Con un empleado marroquí y otro maliense, un ejemplo de los trabajadores mayoritarios del campo en esta zona, Alfredo insiste en que este conflicto no surge de los verdaderos ganaderos. “Accidentes existen todos los días en las carreteras y por ello no se pueden quitar las carreteras. Tenemos que avanzar en la seguridad”, manifiesta.

Tiene cierta tensión con su mujer porque ella, funcionaria, no quiere que su hijo continúe la saga de criador de cerdos. “No todos podemos ser ingenieros o maestros”, indica Alfredo quien no duda en reconocer que vive con pasión su trabajo hasta el punto de describir así su relación con el cerdo.

Entiende que el modelo no tiene cambio a corto plazo, pero si necesitan que les paguen mejor.

10 y 13 euros por engordar a cada cerdo

Alfredo ha explicado que les pagan entre 10 y 13 euros por engordar cada cerdo durante 4 meses y medio, salen de su cebadero a partiré de los 105 kilos. Dice que la polémica nacional de las macrogranjas ha confundido a la opinión pública y que hay que distinguir entre los ganaderos y las grandes empresas

Los costes siguen al alza, quieren que las empleas integradoras les suban el precio que les pagan por cerdo, es la eterna lucha. Pero pide una solución para que la paz vuelva al sector. Se despide diciéndonos que es oyente de la SER y fan de La Ventana y de Francino , Alfredo nos pide que ayudemos a concienciar de que esta problemática requiere de un consenso y que no les manipulen. Granjas a 40 metros de los hogares

La de Alfredo, pero muchas de esas granjas están cercanas a núcleos de población, y ahí está el origen del problema. Se había pactado desde 2020 la nueva normativa que quiere alejar futuras granjas, que no las actuales, de las viviendas, pero en el pleno de la semana pasada todo saltó por los aires. Han estado en Blas pedanías donde si viven junto a esos olores y esos purines y donde siguen pidiendo ayuda.

Melchora Martínez ,69 años, de la pedanía lorquina de Tercia, donde no solo ha visto como le han plantado una macrogranja a 80 metros de su ventana.Tardamos menos de 20 segundos andando de la de la vivienda a la valla de la macrogranja. Lo peor es que quien lo ha hecho es su vecina de siempre y su ex amiga. “Hace 20 años tenían 200 cerdos, ahora tienen más de 1000”, informa esta vecina de la pedania lorquina de Tercia quien ha dicho que están muy afectados por todo lo que ha supuesto, están recibiendo ayuda por su quebrada salud mental.

Secuelas psicológicas

No es solo el olor, Melchora afirma que les está afectando a su salud. “Las moscas, el olor, los gases me provocan angustia”, relata esta vecina quien confiesa que en verano la situación se agrava y que la ropa tiene que lavarla muchas veces.

Lo peor son los gases que emanan de los depósitos de los purines y que ni siquiera sus nietas quieren ir ya a visitarla.

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La pesadilla empezó para ellos en el 2017, ha batallado con el ayuntamiento y han acudido a todas las instancias, pero dice que nadie hace caso a los vecinos afectados.

Feliciana, una jubilada que ha visto sus sueños truncados

En Fontanares, con los campos resplandecientes de rosa y blanco de los almendros en flor, Feliciana Arcas, 68 años, vive en el Cortijo La Bodega, con su marido, uno de sus hijos y varios sus nietos. “Este cortijo lo fundó mi abuelo hace 80 años. He vivido aquí toda mi vida, excepto cuando estuve en Francia trabajando”, asegura.

Feliciana ha estado media vida emigrando por temporadas a Francia para ahora poder disfrutar de su jubilación tranquila pero el sueño se le acabó en 2019 cuando comenzaron a construir delante de su casa una granja que tiene previsto tener más de 2000 cerdos. “Me ha cambiado la vida y voy al psicólogo. Cuando la granja comience a funcionar no vamos a poder vivir y de aquí no puedo irme”, manifiesta.

Aún no está abierta porque no disponen de agua, según el concejal de Urbanismo, pero ya tienen las instalaciones y la charca para depositar los purines.

Denuncias entre ganaderos y vecinos

Feliciana reformó su casa porque se cayó parte del tejado, pero los de la Granja la han denunciado a Urbanismo. Hay denuncias entre ambos. Afirma que la propuesta de sanción que le han hecho es de 75000 euros.

No saben si finalmente la granja abrirá o no, pero de momento solo lucha como humana. Llora junto a su marido Francisco cuando miran por la ventana y ven la nave enorme.

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STOP Cebaderos cree que hay una red de intereses Pepe García, el yerno de Melchora, que vive justo al lado, tiene 49 años está convencido que el aumento de las licencias de macro granjas en la zona está trufado de decisiones ilegales, por eso se ha unido con un grupo de vecinos que reclaman una investigación independiente de lo que considera una trama de empresarios, técnicos y políticos.

La primera denuncia la interpuso Ecologistas en Acción y un coronel del a guardia civil de Madrid, pero el fiscal les aconsejo que pusieran 7 denuncias para aclarar mejor la información y presuntos delitos. En unos días presentarán la primera con el problema del agua.

García ha dicho que sospechan de un “técnico” de Urbanismo. Según este colectivo, hay granjas ilegales, pero no especifica cuántas. Este colectivo lucha desde 2015 y asesoran a otros afectados. Según Pepe, en Lorca no hay ganaderos sino “franquicias”.

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El pleno de Lorca debatirá, sin cambios, la moción sobre granjas

Este miércoles por primera vez los representantes de los ganaderos del sector porcino y miembros del equipo de gobierno local de Lorca se han visto las caras. Han pasado 9 días desde que se produjo el asalto violento al Centro de Desarrollo Local. El tiempo lo calma todo y los representantes de los ganaderos y miembros del gobierno local se han reunido para llegar a un consenso a través del diálogo.

El pleno del Ayuntamiento de Lorca debatirá la próxima semana sin ningún cambio la moción con la nueva normativa urbanística para las granjas del porcino y cuya aprobación provocó la semana pasada incidentes violentos, al asaltar el pleno un grupo de ganaderos.

El acuerdo al que han llegado es que la moción se debata “en los mismos términos” en los que estaba prevista en un pleno cuya fecha está pendiente de concretar, pero que, según Mateos, será a finales de la semana próxima. A partir de ahí, ha dicho el alcalde, y al tratarse de una aprobación inicial, el sector podrán presentar sus sugerencias técnicas y alegaciones.

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¿Cómo se ‘orquestó’ el asalto?

“Atención, atención ganaderos si no quieres que la moción dañe gravemente tu sector es necesario que acudas a la manifestación el próximo lunes…”, este sonido salió del megáfono de un coche de Lorca. Lo circulaba una persona que suele realizar este tipo de trabajos, pero lo hizo sin autorización. Cuando los agentes de la policía local le pararon, este aseguró que Francisco Román, presidente de Adespolorca, que representa a cerca de 800 ganaderos, le había pagado para que emitiera el mensaje.

Bien la cosa no termina aquí, el 28 de enero, dos días antes del pleno, los ganaderos celebraron una asamblea para hablar de cómo la moción podía afectar al sector ganadero...En esta asamblea, acudieron dos partidos políticos, PP y VOX....¿Cómo se convocó la manifestación?

Al día siguiente, sábado 29 de enero, los periodistas y vecinos recibimos un mensaje que empezaba así:

Ponemos en vuestro conocimiento que el Ayuntamiento de Lorca está promoviendo una modificación del Plan General que afecta a la tramitación de las autorizaciones de las explotaciones ganaderas y que va a suponer la paralización total de la implantación de nuevas, así como para la ampliación de las explotaciones existentes.

¿Estaba orquestado asaltar el centro de desarrollo local? Diego José Mateos, alcalde de Lorca cree que esto se podía haber evitado y que a última hora algo hizo 'click'.

La desinformación, clave en los altercados

Ahora que ya sabemos cómo se organizó la manifestación y que agentes estuvieron implicados en la organización. Cabe plantearse: ¿Qué desencadenó la violencia? ¿Había interés en paralizar el pleno? ¿Hay interés en buscar votos? Hemos analizado algunas de estas cuestiones con un sociólogo lorquino. Jesús Nieto.

“Consiguieron paralizar el pleno, consiguieron paralizar la moción...Había intereses políticos y mucha desinformación”, considera este sociólogo.

Con las elecciones de Castilla y León, este sociólogo considera que determinados partidos se han aprovechado de todo esto para captar votos. “Saben que este sector es clave para intereses políticos”, indica Jesús Nieto.

El futuro del sector porcino y vecinos

En el término municipal de Lorca hay 653 cebaderos de porcino según fuentes municipales y en los últimos dos años se han tramitado 25 nuevas licencias. El objetivo del PGOU es evitar que las granjas estén a pocos metros de las casas y todo tenga una regulación.

Las nuevas explotaciones de ganado porcino, cualquiera que sea el grupo de clasificación a que pertenezcan y ampliaciones del Grupo III, del Real Decreto 306/2020, de 11 de febrero, no podrán instalarse:

-A menos de 1.500 metros del suelo urbano del núcleo de Lorca, de los núcleos de pedanías, colegios, centros de salud y consultorios médicos, cualquiera que sea su ubicación dentro del término municipal de Lorca.

-A menos de 500 m. de manantiales o fuentes naturales catalogadas

-A menos de 100 m. de ramblas o cauces recogidas en el Inventario de Cauces de la Región de Murcia

El sector ganadero está de acuerdo en que la moción siga su curso y que los ganaderos van a dar su opinión en determinadas partes técnicas en el transcurso del trámite de la modificación no estructural del Plan general de ordenación urbana que actualizaba nuevas distancias de las granjas sobre núcleos habitados, colegios o centros de salud.