Todo el mundo conoce los riesgos del tabaco
Tratar a los ciudadanos como a niños es la mejor manera de controlarlos, pero la muchachada empezaba a ponerse revoltosa
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"La línea roja" de Matías Vallés (09/02/22)
Cuántos fumadores se arrepienten de su hábito, cuando desarrollan una enfermedad crónica.
Otros insisten en seguir fumando en medio de la adversidad, pero ni los primeros ni los segundos pueden decir que nadie les había avisado de los peligros del tabaco.
Sin decirlo y a trompicones, este criterio se está imponiendo para relajar las restricciones de la pandemia.
Recordando siempre que los Gobiernos ceden ante la presión de los ciudadanos.
Cuando las civilizadísimas barbas de Canadá y de Nueva Zelanda veas pelar, más vale que retires lo antes posible medidas absolutamente ridículas como la mascarilla en exteriores.
Dado que ahora reniegan de este exceso todos los epidemiólogos, convendría que levantaran la mano los expertos que pensaban eternizar las mascarillas.
Tratar a los ciudadanos como a niños es la mejor manera de controlarlos, pero la muchachada empezaba a ponerse revoltosa.
La pandemia no ha decrecido lo suficiente en su impacto, tampoco ha adquirido el carácter endémico.
Simplemente, se ha hecho adulta.
Por eso se les recuerda a los adultos que saben los peligros de la covid y que tomen sus decisiones.
Que sea en salud de todos.
