Alberto Sabio Alcutén: "A los 30 años de Maastricht"

Zaragoza

Se acaban de cumplir 30 años del Tratado de Maastricht. En su desarrollo nos ha afectado de mil maneras a los aragoneses, últimamente con las vacunas o con los certificados de sostenibilidad ambiental para las granjas, que deben estar los animales mareados de tanto mentarlos. Después del austericidio de 2008 y años siguientes, con responsabilidad de la ahora tan bien ponderada Ángela Merkel, es cierto que el Banco Central Europeo ayudó a superar la tremenda crisis, abriendo algo el grifo de la mano de Mario Draghi… Pero, hoy por hoy, Maastricht es un tratado imposible de cumplir. Todo lo que dice sobre deuda y Banco Central Europeo, que era lo más importante, se demuestra ya impracticable. En su lugar, nos falta un tratado constitucional común a toda Europa. No se aprobó en su momento. Y parece llegada la hora de una Constitución Europea, aunque solo sea para poder asumir con orden la carga ingente de tareas que los Estados miembros han ido acumulando en el plano europeo. Véase, por ejemplo, lo que está sucediendo en Ucrania. Porque, al fin y al cabo, el progreso no es más que un error constantemente rectificado.