Asturias no se despega de la mascarilla al aire libre: "Estás acostumbrado y sigues con ella"

Asturias

La mascarilla sigue predominando en las calles el primer día en que no es obligatoria. Más rostros cubiertos que sin tapabocas, especialmente en las paradas de autobús y acceso a los centros educativos. Son muchos los que reconocen que todavía conviven con el miedo al contagio por coronavirus y la imagen más repetida entre los paseantes del Muro de San Lorenzo era la de distancia de seguridad y protector. Alguno apuntaba, incluso, que la mascarilla ha llegado para quedarse.

Si bien es cierto que algunos ciudadanos camina sin ella por la calle, hacen referencia al sentido común. Se la podrán si pasean por lugares muy concurridos.

La mayor felicidad ha sido para los más pequeños que han visto como en su tiempo de recreo ya no la tenían que llevar consigo. "Teníamos ganas de no llevarla, aunque nos sentimos un poco raros", explicaban en los micrófonos de la SER.

Lo que no ha descendido es el impacto de la COVID-19 en los centros de atención primaria. Es, al menos, la valoración de las enfermeras que este jueves se han concentrado en Oviedo para protestar por la saturación en los equipamientos y la falta de efectivos. El sindicato SATSE considera necesario contratar a 300 profesionales para poder prestar una atención de calidad.