El abogado comercial
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La firma de Juan Infantes en Hoy por Hoy Jerez
Jerez de la Frontera
Don Ángel Ossorio en su clásico libro ‘El alma de la toga’, a principios del pasado S. XX decía que «abogado es el que ejerce permanentemente (tampoco de modo esporádico) la abogacía. Los demás serán Licenciados en Derecho, muy estimables, muy respetables, muy considerables, pero Licenciados en Derecho nada más».
Viene esto a cuento por el caso de ‘Albert Rivera’, a quién tras salir de la política, le dio por decir que iba a ejercer como abogado, con solo dos años previos de becario en una entidad bancaria, que vete tú a saber si llegó siquiera a pisar un juzgado alguna vez…
Pero ha demostrado, sin ambages, que como comercial vale un potosí. Al poco de llegar al despacho, ya insertó su apellido en la marca. Buenos contratos debió arrimar ‘naranjito’ al bufete.
Ahora, su exbufete lo ha puesto a caer de un guindo. Lo acusan de «pasividad e inactividad no vistas nunca en la empresa privada»; y así, de tacón, le dan también un repaso a los funcionarios y empleados públicos. Y se ponen estupendos y prometen a sus clientes «seguir creciendo como profesionales de la mayor categoría jurídica, huyendo de políticos vacíos, desinteresados y sin capacidad de trabajo».
Hay quien dice que es abogado, por estar inscrito en un colegio; y aunque un buen abogado debe tener también dotes comerciales, está claro que el noble ejercicio de la profesión de abogado es otra cosa… Lo que es muy raro es que el bufete no lo supiera ya antes de ficharlo. Así que, responsables por ¡¡culpa in eligendo!!




