La Línea, todo por descubrir: el comercio en La Línea de la Concepción

La Línea de la Concepción

El sector terciario, especialmente el comercio, ha sido y es fundamental en el desarrollo económico de La Línea. Incluso antes de su fundación oficial en 1870.

Ya en el Tratado de Utrecht en 1715, se limitaba la comunicación por tierra de Gibraltar. Solo podía hacerse para la compra de provisiones y debía hacerse al contado y no por trueque. Esa excepción pronto se convirtió en uso ordinario y el comercio recíproco fue usual. El istmo se transforma en punto de contrataciones de los pueblos comarcales e incluso de la provincia de Málaga.

Tras la destrucción de las fortificaciones en 1810, aumenta la actividad comercial de la zona. En 1841 se habilita una aduana y comienza el comercio fraudulento por ser Gibraltar puerto franco.

Después de la fundación de la ciudad en 1870, el intercambio con Gibraltar no cesará, pero tuvo uno de sus periodos álgidos durante la 1ª Guerra Mundial, época en que La Línea llega a ser la sexta ciudad de Andalucía por número de habitantes.

Especial mención merece el comercio del carbón, que necesitaban los ingleses para la flota con barcos de vapor. La familia Vázquez se dedicó a ello y llevaban diariamente unos 11 carromatos de carbón. El dinero obtenido se invirtió en bienes inmobiliarios, en patios. Y uno de sus hijos, Vicente Vázquez, montó una pañería, luego transformada en tienda de confección y todavía continúa en la calle Clavel, regentada por sus hijos David y Rubén.

Del primer cuatro del siglo XX data la zapatería Ideal, la relojería Gutiérrez y la ferretería Trujillo. Durante la república en 1932 se estableció en la calle Real como sastrería La Escocesa, que ya tenía sucursal en Gibraltar. Hoy en día este negocio sigue abierto a cargo de D. Ruperto Muñoz Mérida.

Los negocios de pañería y sastrería eran muy frecuentes, como La Africana, La Parisina, La Ciudad de Londres, Francisco Medina y Montes, Camisería Francesa de Francisco Ramos… En 1938 se establecieron en la calle Sol y calle Las Flores, Augusto García García, con una sastrería, El Siglo XX. El negocio lo heredarían sus hijos Augusto y Ana Vicenta, y ha estado abierto hasta hace poco como tienda de confección, bebés, corsetería, lencería, señoras y caballeros.

Después de la guerra civil y posguerra, el comercio linense es una atracción de la comarca, hasta que llegó el cierre de la frontera en 1969. La emigración de multitud de linenses provocó una profunda crisis en el comercio y los comerciantes hacen apagones de escaparates, concentraciones… Se reunió una comisión formada por Ernesto Segura, José Ordóñez, Domingo Molina y Augusto García Flores. Llegaron a entrevistarse en Madrid con los ministros de Industria y Sindicato. Se consiguieron algunas ventajas fiscales y la formación de un polígono industrial que resultó un fiasco.

Tras el establecimiento de grandes industrias en el Campo de Gibraltar hubo un resurgimiento del comercio linense. Se establecieron los grandes comercios que todos recordamos, como Almacenes Mérida, que tenía sucursales hasta en Málaga, Contreras Casas en calle Jardines, Calzados Denis, cuya central estaba en la calle Isabel la Católica/San Pablo, pero con múltiples delegaciones aquí en La Línea y en el Campo de Gibraltar. Isamay que comenzó en 1959 como

tienda de confección infantil, en la calle Sol. Greta, regentada por Pilar Vera con sucursal en Algeciras. Galerías Aurora, conocida por Aspirina. Muca, La Campana y otros.