Política

Mario Jiménez, el nuevo hombre de influencia en el PSOE tras la abstención de los regadíos de Doñana

El parlamentario onubense, que ha accedido a la ejecutiva socialista, sería la persona detrás de la polémica votación a los terrenos agrícolas regables

El parlamentario onubense Mario Jiménez. / Paco Campos (EFE)

Sevilla

La abstención del PSOE andaluz a la proposición de ley de Partido Popular, Ciudadanos y Vox para convertir 1.605 hectáreas de terreno forestal de la corona Norte de Doñana en terreno agrícola regable no solo ha tensado las relaciones con Ferraz. La palabra más repetida esta mañana entre los más críticos del grupo parlamentario socialista es abatimiento. Este jueves es el día de búsqueda de razones y en el Hospital de las Cinco Llagas ya tienen varias explicaciones: la amenaza de alcaldes onubenses al secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, y la influencia del onubense Mario Jiménez.

La secuencia comienza al mediodía de este pasado miércoles. El grupo parlamentario socialista se reúne para aclarar su intención de voto y sus intervenciones de cara al Pleno en el que se debatirá la proposición de ley. Allí seis diputados se mostraron radicalmente en contra de la conversión de las hectáreas en terreno agrícola regable. En ese cónclave empieza la incredulidad cuando les dice la dirección del grupo que el voto no está claro, según fuentes socialistas. La reunión sigue y les escama sobre todo la intervención de Mario Jiménez, que define la proposición como "un engaño" pero a medias tintas y sin aclarar un rechazo en la votación.

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, habló por teléfono con Juan Espadas, que se encontraba en un acto en Algeciras. El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, se puso al teléfono de todos los parlamentarios que le llamaron. La postura del Gobierno estaba clara y tanto Ribera como Morán se afanaron en detallar las consecuencias medioambientales y las posibles consecuencias que tendría en la Comisión Europea.

Según las mismas fuentes, los diputados ocuparon sus escaños sin saber nada en firme y no fue hasta que comenzó la votación cuando supieron la abstención a través de las señas de Soledad Pérez. Tras esta indicación de Pérez, la orden de Juan Espadas, al que el día anterior le habían tensado la cuerda cuatro alcaldes onubenses. Son los primeros ediles de Moguer, Rociana del Condado, Bonares y Lucena del Puerto los que le amenazaron con dimitir si se mostraban en contra de la proposición. Y de mediador entre ellos, Mario Jiménez, el portavoz apartado por Susana Díaz que ha vuelto a la ejecutiva del PSOE y coordinará la estrategia de la visecretaría general de Ángeles Ferriz, según estas mismas fuentes.

El PSOE cedió ante la presión de cuatro de sus alcaldes y su número de población de cara a las próximas elecciones: 38.905 habitantes. La dirección de Juan Espadas parece dispuesta a no ceder ningún voto en los próximos comicios y, para ello, se ha puesto enfrente de la Comisión Europea, la UNESCO y el Gobierno. La tramitación parlamentaria de esta ley seguirá la vía de urgencia con la que entró en el Parlamento y, aunque los partidos del Gobierno están abiertos a ampliar plazos, iría a su debate final en este periodo de sesiones.