Julian Tejidos: Medio siglo detrás del mostrador, el "vestidor" de las peñas del Carnaval

En las semanas previas al Carnaval, que este año recupera gran parte de su esplendor, en el comercio de Julián Tejidos hay mucho ambiente. Casi medio siglo detrás del mostrador ofreciendo telas de todos los estilos y para grandes ocasiones y eventos. Después de dos años duros de pandemia que le llevó a cerrar el local, se ha retomado la actividad aunque todavía no a pleno rendimiento.

En nuestra visita le vemos, como siempre, muy atento con la clientela, mientras que una de sus hijas, la savia nueva de la tienda, revolotea alrededor. En esta ocasión atiende a dos mujeres de Daimiel que le han pedido consejo para elegir el nuevo traje y manto de la Virgen, para la Cuaresma. Les recomienda que elijan el terciopelo, de color, azul pavo, el terciopelo royal, que es el mejor del mundo. Antes le llegaban de Alemania y ahora con la carestía, se nutre de la fábrica se ha trasladado a la Republica Checa, nos cuenta. Asegura que lo último en telas de todos los estilos se encuentra en su establecimiento, pequeño pero acogedor, en la calle Ciruela donde se inició como aprendiz en la sastrería de un primo de su padre, que le enseñó a coser. A los 15 años cambió de oficio a la tienda de "Los Reyes" con don Mariano, donde se mantuvo treinta años más y después se lanzó a montar su negocio.

Ampliar

Su comercio es un referente para las cientos de comparsas de Carnaval de la provincia. De hecho en su escaparate principal, podemos observar alguno de los trajes de las peñas premiadas con el Arlequín de Oro, el cotizado galardón del Desfile de Carrozas de Ciudad Real. Con orgullo nos cuenta que tiene encargos de muchas peñas. Si son comparsas, "tiene que ser la misma tela para todos" y asegura que nunca se ha quedado sin suministros. Tras la pandemia, muchas novias y madrinas, también se encuentran con él, para diseñar el mejor vestido, a medida. Recomienda que "si tienes una modista, es mejor elegir esta opción, porque te ahorras mucho dinero y cuentas con telas espectaculares".

Ampliar

El secreto para fidelizar al cliente, "la seriedad, la dedicación y sobre todo la vocación", añade.

Le quedan pocos días para jubilarse, a sus 70 años, dice, que ha llegado la hora del relevo pero confiesa, que le apasiona la atención al público y cuando lo dice, se emociona.