Milagro en Turquía: vuelve a entrenar después de quedarse ciego

La vida le ha dado una nueva oportunidad a Omar Elabdellaoui. El fútbol se la dará este fin de semana. El lateral derecho del Galatasaray turco perdió la visión el 31 de diciembre de 2019 tras explotarle un fuego artificial en el rostro. "No puedo ver, no puedo ver", gritaba Omar justo después del accidente. Las llamas envolvieron su chaqueta. Su piel y ojos fueron víctimas de la violencia de la pólvora y el metal. Le diagnosticaron una ceguera que, tras 13 meses y 11 cirugías, ha sido paliada. El noruego volverá a jugar con su club este sábado y 'The Guardian' ha aprovechado su retorno para contar la historia que hay detrás del milagro.

El fuego artificial se disparó impactando de lleno en su cara. "Sentía que ardía, pensé que tenía algo en el ojo. Estaba todo negro", cuenta Elabdellaoui. En el momento del incidente estaba con su familia y amigos celebrando la Nochevieja, incluidos sus tres hijos. En el recorrido al hospital, uno de los sanitarios de la ambulancia difundió una foto de su rostro quemado, que rápidamente se viralizó en redes sociales. El jugador no quiso actuar contra los implicados. Optó por pedir una disculpa que aún no ha recibido.

Los primeros días después del accidente Elabdellaoui no diferenciaba lo que era el día y la noche: "Todo estaba oscuro", recuerda. Los daños afectaron tanto a su rostro que ni su hermano fue capaz de reconocerlo. Le operaron con éxito en Turquía y Estados Unidos y tras un largo proceso de recuperación, donde logró salvar el ojo, el lateral empezó a ver la luz al final del túnel. El propio jugador ha subido una carta a su perfil de Twitter agradeciendo al doctor Edward Holland su labor. "Has sido mucho más que un médico para mí. Has comprendido como nadie lo duro que ha sido todo este tiempo física y mentalmente. Me has ayudado a mantener positivo y con una buena actitud", señala. Elabdellaoui también se ha acordado de Jeffery Neard, doctor que le reconstruyó los labios, y de todos los que lo han cuidado durante estos 13 meses.

Su día a día ha cambiado por completo. Ahora tiene que usar colirio cada media hora, excepto cuando está en el campo, donde necesita unas gafas especiales y una lentilla. "Cuando volvió a jugar fue muy emotivo, todos los jugadores lloraban y se abrazaban", relata el médico del Galatasaray, quien dio el visto bueno para su vuelta a los terrenos de juego. Omar Elabdellaoui disputó un amistoso hace dos semanas que le permitió volver a reencontrarse con el fútbol, como si de su debut se tratase, pero será este sábado cuando lo haga de manera oficial. Ademas, el noruego cuenta con la confianza de su técnico Domenec Torrent, ex ayudante de Pep Guardiola, que ha sido clave para volverlo a ver vestido de corto.