Opinión

Sobre la Ley de Contratos

El comentario de Ana Castaño en 'La Ventana de Asturias' (11/02/2022)

Asturias

El 19 de octubre de 2017 se aprobaba la ley de Contratos del Sector Publico una norma que supuso la transposición al ordenamiento español de las últimas Directivas europeas sobre contratación pública.

Estamos ante una ley, de la que quizás han oído hablar, pero cuyo complejo articulado es desconocido para la mayor parte de la población. Estén tranquilos no es mi intención en este escaso tiempo y, además, en una tarde viernes, darles una lección sobre esta norma.

Tan solo quiero llamar la atención sobre una ley de especial importancia en la acción de la administración y que está condicionando el desarrollo de muchas iniciativas y proyectos. A ella hacía referencia, en una reciente entrevista, la Consejera de Hacienda cuando contestaba que se trata de una ley muy garantista que no viene a aliviar la tramitación.

La norma establece un procedimiento complejo, lento, plagado de trámites y con plazos dilatados-se pueden tardar más de seis u ocho meses en tramitar un expediente- que desespera a personal de la administración y dificulta la labor de las empresas que participan en las licitaciones.

La explicación de por qué se ha diseñado este sistema quizá se halle en la reacción frente a los numerosos y conocidos escándalos de corrupción: contratos amañados, información privilegiada, sobrecostes, gran número de contratos menores otorgados directamente a la misma empresa etc. Pero, como ya se ha dicho, lamentablemente el resultado no está siendo el esperado. No deberíamos estar obligados a elegir entre control de la actuación de la administración y la agilidad y no parece razonable que debamos optar entre el reino de los burócratas o el mundo de los picaros.

A pesar de los muchos problemas de la Ley no parece que por el momento ésta vaya a ser objeto de reforma. Con un parlamento que se vuelca con demasiada frecuencia asuntos pueriles y en polémicas estériles y una opinión pública entretenida en los debates sobre Eurovisión…, no cabe ser muy optimistas y esperar que asuntos como el que nos ocupa: importantes pero que no concitan la atención pública y mediática, vayan a ser abordados.

Eso sí, después nos seguiremos lamentando de los retrasos e incumplimientos