Cate Blanchett: "Aprendí muy pronto que anteponer los aplausos a la experiencia es muy peligroso"
La actriz australiana recibe el primer Goya Internacional por su contribución transfronteriza a la cultura
Valencia
Ha llegado puntual, sonriente, ha posado para los medios gráficos y ha desplegado todo su encanto de actriz de otra época, la más clásica entre las modernas. Cate Blanchett, flamante primer Goya Internacional, ha celebrado estar en Valencia y la importancia de un reconocimiento así que traspasa las barreras geográficas y lingüísticas. "Cuando recibí la llamada de que me iban a dar este premio, me quedé sin palabras, es un honor. Soy australiana, tenemos una industria pequeña pero potente, estar aquí significa mucho, porque implica que lo que hago ha llegado a una cultura diferente, me hace sentir que soy parte de otra cultura", ha expresado radiante la intérprete.
Blanchett ha puesto en perspectiva el valor de los premios en su trayectoria. "He tenido una carrera y espero que siga avanzando y me lleve a nuevas direcciones. Una carrera no es una línea sencilla ni recta, está llena de desviaciones. Aprendí muy pronto que anteponer los aplausos a la experiencia es muy peligroso. Los premios son maravillosos, eso sí, pero para mí son siempre una sorpresa. Cuando termino un proyecto, siempre me pregunto cuál es el siguiente. No suelo echar la vista atrás tanto, cuando formas parte de la creación artística el modo en que la recibe el público está fuera de tu control", ha dejado claro sobre cómo convive con los focos de la exposición y los premios, entre ellos, dos Óscar y tres Bafta.
Nueva chica Almodóvar, la australiana se ha declarado fan de nuestro cine. "El cine español ha sido fundamental para mí. Almodóvar, Amenábar, y también el cine en español, estoy trabajando con Alfonso Cuarón, acabó de presentar una película con Guillermo del Toro, Lucrecia Martel...". Uno de los próximos proyectos de la actriz será con el cineasta manchego en su primera producción inglés, una adaptación libre del libro de relatos 'Manual para mujeres de la limpieza', de Lucía Berlín. "Conozco a Pedro desde hace mucho tiempo. Llevo hablando muchos años con él para trabajar en un proyecto de forma conjunta, hemos encontrado uno que es una delicia, y cuando estos elementos se cruzan, hay que aprovechar estas sinergias maravillosas. Ayer ya empezamos a hablar y a trabajar". El director y el actriz se buscan desde hace años y, al fin, parecen haber encontrado una historia que les una. "Es un excelente guionista, un autor, todo lo que ha creado tiene una influencia a partir del guion. Aunque se basa en los cuentos cortos de Lucía Berlín, está el punto de vista y el universo propio de Pedro, eso hace que vaya más allá… Vamos a hablar de relaciones adictivas pero también de abuso de sustancias", adelantaba mientras se deshacía en elogios a Almodóvar.
La actriz se ha ganado un estatus en Hollywood, no solo por su imponente presencia delante de la cámara, sino por su labor como productora en los últimos años, un puesto que le ayuda a compartir y acompañar todo el proceso creativo. "A toda la industria le beneficia tener más diversidad a ambos lados de la cámara, eso nos facilita tener productos diferentes. Me apasiona producir para otros creadores desde que empecé a trabajar con mi marido en el teatro, ese compartir creativo. Cuando pensamos en un productor, no solo es el que cuenta el dinero, sino también ordena y hace que cada departamento funcione. Muchos piensan que las actrices somos marionetas. Aunque no figuremos en los créditos como productor, los intérpretes tenemos un papel activo para dar forma a la historia que se está contando, para mí esa ha sido siempre mi pasión, que las historias lleguen al público".
Sus papeles en cine, como en 'Carol', 'Blue Jasmine' o 'El aviador', le han dado la fama y también se ha asomado a la televisión, pero el teatro la hace reconectar con lo más esencial del oficio. "El teatro es como una droga, es donde me siento más cómoda, tengo una conexión más directa con el público y sin adulterar". No subirse a un escenario es una de las cosas que más ha echado de menos durante la pandemia, al igual que la experiencia compartida de ver una película a oscuras en una sala de cine. Sin embargo, no cree que la crisis de las salas sea solo fruto de la crisis sanitaria. "El cine estaba en peligro antes de la pandemia. Cuando hablamos de creatividad hablamos, de grandes ideas, da igual el tamaño de la pantalla, lo que importan son las historias y no podemos convertirnos en un modelo serializado", advertía.
Abanderada también de los cambios en Hollywood y cara de campañas feministas, la actriz defiende que es fundamental que las Academias de Cine como los festivales encabecen e integren muchas de las reivindicaciones del sector. "Ahora es más importante que nunca el trabajo de las academias y los festivales. Ayudan a la experiencia cinematográfica, hay un trabajo de apoyo a la industria que el publico no tiende a ver pero es fundamental, por ejemplo, con la financiación, siendo mentores... Pero a la vez tienen una increíble responsabilidad de responder al momento presente para entender e incluir movimientos como el Black Lives Matter y el Me Too, las instituciones se tienen que adaptar esta incbusiviidad a todos los niveles, y la academia si no mira al futuro, acaba siendo irrelevante", ha concluido.
José M. Romero
Cubre la información de cine y series para El...