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La Policía de París retiene a los "convoyes" antivacunas que protestaban en contra de las restricciones sanitarias

El presidente francés, Emmanuel Macron, pide calma y llama a entender la fatiga de los ciudadanos por las restricciones ligadas a la COVID-19

Los "convoyes" antivacunas se aprestan a entrar en París pese a la prohibición. / @albernap

Madrid

La Policía de París ha bloqueado el acceso a los "convoyes" de antivacunas que pretendían entrar en la ciudad para protestas contra las restricciones sanitarias, pese a la prohibición del Gobierno.

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Miles de personas reunidas en los llamados "convoyes de la libertad", que protestan contra las vacunas y contra las restricciones impuestas por el Gobierno por la pandemia han intentado entrar en París para recabar apoyos y presionar contra las medidas del COVID.

Procedentes de todo el país, reunidos en varios ramales que confluyen en la capital, las caravanas hicieron noche en las puertas de la ciudad y ahora han puesto rumbo, a ritmo lento, hacia la misma.

Organizados a través de las redes sociales y aplicaciones de mensajería, aseguran pretender colapsar los accesos a París, pese al dispositivo previsto por la Prefectura, compuesto por 7.200 agentes, vehículos blindados y maquinas para evitar bloqueos.

Para evitar la vigilancia policial, los convoyes se han dispersado y se han dado cita en diversas entradas a la ciudad.

Hasta seis meses de cárcel y 7.500 euros por desobedecer la prohibición de manifestarse

La policía multiplicará los controles en los peajes para detectar posibles vehículos que llegaran a la capital con intención de bloquearla mientras la Prefectura ha recordado que la multa por saltarse la prohibición de manifestarse puede llegar a los seis meses de cárcel y 7.500 euros de multa para los organizadores y 135 euros para los participantes.

Por el momento, casi 100 personas han sido multadas durante la noche por participación en una manifestación prohibida, según la Prefectura.

Las autoridades siguen de cerca la situación para evitar imágenes similares a las que hace unos años provocaron las protestas de los llamados "chalecos amarillos", que dieron la vuelta al mundo.

Los "convoyes de la libertad", inspirados en los que ha logrado bloquear Otawa, publicaron a través de las redes sociales una serie de reivindicaciones, que giran en torno a su rechazo a las vacunas y a las medidas para incitar a ponérsela, como el pase vacunal.

En una carta abierta dirigida al presidente francés, Emmanuel Macron, y al primer ministro, Jean Castex, piden que se les devuelva "la libertad de la que durante dos años se (nos) ha privado por circunstancias excepcionales que ya no se dan". "Necesitamos concordia y mucha buena intención", ha concluido el presidente galo.

Abandonar la vacunación

Además, exigen que se abandone la vacunación y que se cree una investigación farmacológica independiente sobre sus efectos.

También reclaman que vuelvan a sus puestos los sanitarios despedidos por negarse a vacunarse y que se indemnice a todo trabajador que haya sufrido consecuencias por no hacerlo.

Macron sigue con atención este nuevo movimiento de protesta que se produce a dos meses de la primera vuelta de las presidenciales a las que, aunque todavía no se ha declarado candidato de forma oficial, encabeza todas las encuestas.

El presidente aprovechó una entrevista anoche con la prensa local para pedir calma y dijo entender la fatiga de los ciudadanos por las restricciones ligadas a la COVID-19.

"No es el convoy de la libertad, es el de la vergüenza"

Al contrario que en Canadá, donde la protesta está protagonizada por camioneros, que se quejan de medidas sanitarias que les afectan expresamente, en Francia se organiza en automóviles ocupados por personas que rechazan el pase vacunal.

El primer ministro, Jean Castex, ha rechazado asociar esas marchas con la palabra "libertad" y dijo que "el derecho a manifestar no significa derecho a bloquear", según dijo en unas declaraciones en la televisión pública France 2.

Al tiempo, Castex aseguraba que el Ejecutivo será "firme" si deciden bloquear la capital, acusando a ciertos partidos políticos de querer sacar partido de la fatiga que las restricciones por la pandemia provocan en la población.

"No es el convoy de la libertad, es el de la vergüenza. No son patriotas, son irresponsables", ha sentenciado el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Clement Beaume, en la televisión LCI.