Primero, la primaria

Valencia

Los periodistas tenemos la fama, ganada a pulso, de destacar solo lo malo, los errores. Pero no siempre es así. Por ejemplo, en este caso. Llevamos semanas haciéndonos eco de la saturación de la atención primaria, de sus escasos medios y su agotado personal. Todo eso es verdad. Pero también lo es que, por circunstancias personales, esta semana he vivido muy de cerca dos casos de cómo, a pesar de esa situación de sobrecarga, el sistema funciona de forma ágil y eficaz.

Sé que no siempre es así, que la reivindicación de más inversión en centros de salud y ambulatorios es más que justa, que hay pacientes que soportan esperas inaguantables. Pero también hay que destacar el esfuerzo de los y las profesionales, que suplen a diario las carencias, porque creen firmemente en su trabajo, en su tarea de atender a los pacientes. Ojalá ese esfuerzo sea reconocido por la administración y también por la ciudadanía.