A vivir que son dos díasA vista de Lobo
Internacional

Jaime Porras: "Para Justin Trudeau esto puede suponer un coste político"

Hablamos con el periodista freelance sobre las concentraciones de camioneros antivacunas que llevan semanas bloqueando uno de los principales pasos de mercancías en la frontera con Estados Unidos

Jaime Porras: "Para Justin Trudeau esto le puede suponer un coste político"

Madrid

Hace dos semanas las calles de Ottawa, capital de Canadá, fueron tomadas por centenares de camioneros que protestaban contra la normativa de vacunas Covid impuesta por el Gobierno canadiense. Desde entonces, los gritos, las banderas, el ruido de bocinas y unos conductores dispuestos a ganar el pulso al gobierno son el escaparate de un movimiento antivacunas que está empezando a tomar unas dimensiones preocupantes.

El problema se está enquistando. La caravana se ha extendido hasta la frontera con Estados Unidos bloqueando uno de los principales pasos, el puente que une la ciudad de Detroit y Windsor, aunque ya han sido desalojados. Todo esto empieza a afectar seriamente a la economía de ambos países, General Motors, Ford o Toyota se han visto obligados a reducir su producción ante la falta de suministros.

Los camioneros no están solos, las concentraciones también han convocado a distintos grupos que critican otras medidas sanitarias impuestas en la pandemia. La llamada “caravana de la libertad” es el movimiento antivacunas que empieza a ser muy peligroso porque, además, están financiados. De acuerdo a la Asociación Canadiense de Camiones, más del 90% de los camioneros transfronterizos están vacunados. Jaime Porras Ferreyra, periodista freelance que lleva 20 años viviendo en el país, nos cuenta que, aunque un alto porcentaje de canadienses estén vacunados, “hay ciertos grupos que no se cansan de difundir información sobre los supuestos peligros de las vacunas”. Algo que “no es algo exclusivo de Canadá, pasa también en otros países”.

Ya no solo se trata de antivacunas y colectivos de extrema derecha, como lo fue en sus orígenes, “ahora se han sumado a las protestas personas que están hartas de restricciones”. Entre ellos hay seguidores de Trump, “eso es innegable”, reconoce el periodista. Aunque hace hincapié en que “el caso canadiense es distinto”, “si pensamos en Trump o en otros países, no existe una fuerza política que les de tanta voz. Aquí hay un sector conservador duro, pero no es suficiente”.

Para Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, "todo esto le puede suponer un coste político". “El problema que ha tenido es que ha insistido mucho en una línea dura”, explica Porras. De hecho, fue elegido gracias a un discurso de confrontación con las personas que no han querido vacunarse. A Trudeau se le conoce por tener la piel muy delgada para las críticas internas, y otro de los problemas al que se enfrenta es que “dos diputados de su propia organización han criticado públicamente la politización del gobierno en la pandemia”. La población, además, está cansada de que no se dirija directamente a la población. “Debería dirigirse a la población para clarificar ciertas posturas y también hablar del final de las restricciones a nivel federal”.

Marina Tadeo

(Donosti, 1998) Redactora en 'A vivir que son...