Januzaj y Oyarzabal lideran la reacción de la Real
El belga cuaja una actuación brillante y el eibarrés es decisivo en la victoria de la Real Sociedad contra el Granada (2-0) en el TReale Arena. Rafinha marca su primer gol como txuri-urdin
San Sebastián
Adnan Januzaj lanza un mensaje directo al palco del Reale Arena. A la grada también, pero es que a la afición ya la tiene desde hace tiempo en el bolsillo. Y ahora le toca con los que mandan y deben firmar su renovación con la Real Sociedad. El extremo belga cuajó una actuación de matrícula de honor para demostrar que, si esta siempre a ese nivel, cualquier esfuerzo para renovarle se quedará corto. Lideró el ataque de los txuri-urdin entrando por todos los frentes, con una colección de regates, centros y pases filtrados al hueco que hicieron las delicias de los espectadores y que lamentablemente no fueron aprovechados por sus compañeros. Oyarzabal marcó de penalti por mano de Duarte que hacía justicia al dominio realista, aunque antes el Granada había fallado dos ocasiones claras porque Remiro estuvo soberbio. Y luego tras el descanso Rafinha remató el resultado con el marcador curiosamente más abultado de la temporada en casa. El Granada apenas tuvo capacidad de reacción ante el dominio realista, y se marcha de San Sebastián cosechando su cuarta derrota consecutiva. Januzaj despejó la preocupaciones de la Real y aumentó los del Granada, que ve cómo la parte baja acecha cada vez más.
El partido comenzó eléctrico, con una Real Sociedad intensa y muy metida, buscando sin titubeos la portería de Maximiano, y llegando con peligro desde el primer minuto de juego. Parecía que iba a ser un monólogo con el balón de los txuri-urdin, pero no contaban con que el Granada explorase los espacios a la espalda de sus centrales y con que éstos tuviesen unas dudas a las que no estábamos acostumbrados esta temporada. Primero fue Arezo después de plantarse solo delante de Remiro dentro del área tras superar en velocidad a Le Normand y Aritz Elustondo; pero Remiro, otra vez Remiro, estuvo espectacular adivinando sus intención y sacando un pie salvador. Y después, Aritz no está fino para despejar un balón por arriba y permitió que Collado también pisara el área realista; pero otra vez Remiro sacó a relucir sus dotes de portero de balonmano para salvar de nuevo a la Real con el pie.
El Granada no aprovechó su momento, y la Real volvió a coger bríos renovados para hacerse otra vez con el dominio de la pelota y embotellar al equipo nazarí en su campo. Los realistas presionaban muy alto, robaban muy arriba la pelota y generaban desajustes en el entramado defensivo del Granada. Y siempre liderados por un inconmensurable Adnan Januzaj. El belga volvió loca a la defensa visitante por la derecha, por el centro y por la izquierda. Pero Isak y Oyarzabal no fueron capaces de aprovechar sus regalos, aunque también porque Maximiano estuvo también a un nivel soberbio. Pero lo que no puedo detener el portero portugués fue el gol de penalti de Mikel Oyarzabal. Jugaba de cierta polémica, mano de Duarte después de que Gorosabel cazara un rechace a la salida de córner, el balón trataba de rematarlo Merino y la pelota le pega en mano del central del Granada, que la tenía demasiado elevada. El gol espoleó a una Real, que hasta el descanso hizo méritos para ampliar el marcador, pero la puntería otra vez tuvieron torcida los donostiarras. El 1-0 era el resultado lógico al descanso, viendo los méritos de unos y otros.
Tras el descanso, se esperaba una salida con poderío del Granada, en busca del empate que se le había resistido en la primera mitad. Parecía que daba un paso adelante, pero perdía el balón con demasiada facilidad. Y eso provocaba que la Real robara con relativa facilidad y saliese rápido con transiciones directas con las que volvió a generar, de nuevo, los mejores acercamientos, con centros laterales que no encontraban rematador dentro del área pequeña. La Real volvía a coger el mando de las operaciones, y el Granada otra vez perseguía sombras. Intentaba mantenerse de pie, aprovechando lo corto del resultado que siempre genera incertidumbre. Pero apenas tenía opciones de correr y buscar la portería de Remiro. Apenas hay que contar un disparo desde la frontal de Luis Suárez que detenía con facilidad Remiro como única opción de peligro en esa segunda parte.
La Real no cerraba el partido y eso provocaba cierto temor en la grada, pero no parecía estar incómodo. Y con Januzaj como jugador más inspirado, el segundo gol se mascaba cada vez con más ímpetu. Tuvo que ser cuando el belga ya no estaba sobre el terreno de juego, aunque antes de marcharse ya pudo él mismo hacerlo. Solo le faltó marcar para redondear su brillante actuación. Salió Rafinha para poner el broche a la semana de su primer cumpleaños en Donostia. El brasileño remataba llegando desde la segunda línea una buena acción de Oyarzabal por la banda izquierda. Ahí acababa el partido, porque el Granada tuvo un último arranque de orgullo, pero la Real no le dejó ni siquiera el honor. Ganó el que más lo mereció. Ahí veces que el fútbol sí hace justicia.
Roberto Ramajo
Entro en el grupo en 2002 como redactor de prácticas. En 2005 se incorporó a la redacción en Gipuzkoa...