El segundo videoclub más antiguo de España cierra en Málaga después de 44 años
El propietario del videoclub Harmony, Juan Mayorga, se jubila y cierra un negocio en funcionamiento desde 1979. "Echamos la persiana y no por falta de clientes, que - sorprendentemente- los seguimos teniendo, cada vez más jóvenes, la mayoría veinteañeros"
"Cerramos el segundo videoclub más antiguo de España" Juan Mayorga, propietario de Harmony
Málaga
"Abrí el videoclub en un local de mi padre. Acababa de hacer la mili y de casarme. Fuimos de luna de miel a Barcelona. Y allí lo ví. Tuve la idea de copiar esa línea de negocio tan innovadora. Realmente somos los dos únicos videoclubs de los años 70 que quedan abiertos en España, el barcelonés y el mío. Hubo un tercero de la misma época, que cerró recientemente en Madrid. Soy el último guerrero" relata este lunes Juan Mayorga desde su negocio, videoclub Harmony, ubicado en uno de los barrios más populares de Málaga, Cruz de Humilladero.
"Es difícil explicar a los jóvenes el boom en los 80 de los videoclubes, cuando tenía colas de tres horas a la puerta, especialmente los viernes, para alquilar la película de moda. Recuerdo que tuve que comprar cien unidades de 'Parque Jurásico' y tenía listas de espera de hasta semanas para conseguirla"
Videoclub Harmony(Años 80) / Juan Mayorga
"Había que contentar al cliente. Ofrecerle otra si finalmente la recién estrenada que quería ya no estaba disponible. Así que tenía que ver todas las pelis. Una al día durante 40 años, incluidas infantiles. Y sobre el alquiler de pelis porno, tengo anécdotas para escribir un libro. Por que ahora puedo desvelar sin problemas que buena parte de la clientela eran mujeres, ellas eran las encargadas de alquilarlas y devolverlas. Eso sí, esperaban en la puerta y me hacían señas sobre lo que buscaban. Eran muy discretas. Siempre era para verlas con su marido, aunque no les preguntase, aunque no les preguntase nada. Eran recatadas y no querían testigos en la tienda sobre lo que se llevaban. Eran otros tiempos" rememora.
"Echamos la persiana. Y estamos vendiendo todo lo que tenemos. En Barcelona, con el apoyo del ayuntamiento, su videoclub de los 70 se ha convertido en un videoteca. Ahora nos jubilamos, por que es el momento. Seguimos teniendo clientes, muy jóvenes. Nos hemos convertido en un museo. Cada vez viene más gente a hacer selfies y llevarse un recuerdo. Sin contar con los youtoubers. Quien nos iba a decir que ibamos a convertirnos en escenario de rodajes"concluye