La gran promesa del básket español cuenta por qué se tuvo que retirar con 22 años

Una de las grandes promesas, sino lo que más, del baloncesto español. Con tan solo 14 años y 198 días hizo su debut en la Liga Femenina de Baloncesto de España, convirtiéndose así en la baloncestista más joven de la historia en jugar un partido profesional de cualquier competición de baloncesto en aquel momento. Ahora, seis meses después de anunciar su retirada, Iris Mbulito ha contado los motivos por los que dejó el baloncesto.

En 2018 se marchó a Estados Unidos para seguir creciendo deportivamente pero todo se truncó con esta decisión aunque, según ella, los problemas comenzaron en su etapa en España cuando decidió "no esperar a que el médico me diera el alta y que me diese permiso para volver a jugar." Esto desencadenó en otra rotura del ligamento cruzado anterior, a la edad de 15 años, en el primer partido que disputaba siete meses después.

Aún así, la jugadora canaria consiguió volver a su mejor nivel y llevó a la Selección Española a ganar a el Europeo Sub20 siendo ella la MVP del torneo. Tras esto, se marchó a la Arizona State University para comenzar sus estudios universitarios y seguir progresando en el mundo del baloncesto. En sus palabras, tuvo dificultades para adaptarse debido al idioma pero consiguió "sobrevivir al primer año."

La decisión de irse a Estados Unidos

A partir del segundo año, comenzó la pesadilla de Iris con las lesiones, pero no únicamente las físicas, sino principalmente las mentales. "Empecé a tener ansiedad todos los días en el entrenamiento. No podía pensar en baloncesto sin sentirme agobiada o con ansiedad. Me perdía casi la mitad de los entrenamientos porque estaba fuera con mi fisio, llorando, intentando no entrenar. Con el médico del equipo descubrí la depresión y empecé a ir al psicólogo, que me empezó a hacer preguntas sobre el por qué estaba llorando, qué me pasaba. Empecé a tomar medicación para la depresión cuando todavía seguía yendo a clase y jugando al baloncesto y la verdad es que no recuerdo mucho mi segundo año porque mi cerebro borró todos los momentos traumáticos que pasé."

La situación de la jugadora española no mejoró en su tercer año en el extranjero y decidió que era momento de parar. "No sabía qué me pasaba pero no era yo misma. Básicamente no me importaba nada. No me importaba el baloncesto. No quería entrenar, no me importaba jugar o no. No me importaba si ganábamos o perdíamos. Después de haber sufrido ansiedad y depresión durante bastante tiempo, me di cuenta y aprendí que tenía que cuidar de mí misma."

Sumado a esto, Iris tuvo que atravesar diversas lesiones en la que tuvo que someterse a cirugías. Esto no hizo más que mermar su fortaleza mental y fue otro factor clave de cara a tomar la decisión. "En mi tercer año se me salió el hombro y me tuve que operar después de la temporada. Fueron tres cirugías consecutivas. No tenía energía o fuerza para otras cosas por desgracia. Hubo muchos entrenamientos en los que lloré porque no sabía que más podía hacer."