El Palacio Real de Madrid acogerá desde este martes 15 de febrero el cuadro de Caravaggio Salomé con la cabeza del Bautista, una de las cuatro obras del pintor italiano que se conservan en las colecciones españolas. El Gabinete de Estucos del Palacio Real de Madrid es el lugar elegido para exponer en solitario esta obra, datada en torno a 1607, una pieza clave de la colección pictórica de Felipe IV, que custodia Patrimonio Nacional. La directora de Colecciones Reales de Patrimonio Nacional, Leticia Ruiz Gómez, ha señalado que Michelangelo Merisi Da Caravaggio (Milán, 1571 – Porto Ercole, 1610) es un pintor que en los últimos meses ha cobrado un renovado interés por la aparición de una nueva supuesta obra aparecida en Madrid, de la que se estudia si podría ser el autor. «Hemos esperado el momento para mostrarlo de forma única; además hemos recibido peticiones de visitantes y son los que nos han empujado» a presentarlo sin demora, ha señalado Ruiz Gómez, quien ha resaltado que se trata de una presentación sencilla en apariencia, en la que se han cuidado todos los detalles «para que sobrecoja el dramatismo de la escena». Y tanto «el público como los especialistas nos pedían volver a ver de forma tranquila y continuada un cuadro tan importante como este». Hasta ahora el cuadro formaba parte de la galería de pintura de palacio -junto a otras quince obras- que por el momento permanece cerrada. La conservadora de Patrimonio Carmen García Frías ha explicado este lunes que se trata de una obra «extraordinaria» por la disposición de las figuras y la manera de mostrar el tema en la que «Salomé es la protagonista indiscutible con el rojo vivo de su indumentaria», un cuadro en el que el autor deja vacía la parte izquierda para restarle atención. Una imagen que desvela la «indiferencia de la mujer hacia la cabeza del mártir, que no mira», advierte la conservadora. Una obra «única» a que resulta «poco real» poner precio, según la especialista. La restauración del cuadro en 2016, descubrió un tono verdoso en el fondo que «permite que la volumetría de las figuras se haga más potente y la iluminación le confiere »mayor dramatismo, un cuadro en el que la belleza y juventud de Salomé destaca sobre la anciana, al representarla como una figura bifronte. Además, también desveló mayor brillo en la espada del verdugo y mayor veladura en el velo que cubre el escote de Salomé. La pintura apareció por primera vez documentada en la Colección de cuadros del segundo conde de Castrillo, García de Avellaneda y Haro, que fue virrey de Nápoles entre 1653 y 1659. En 1666 figuraba en el inventario del Alcázar de Madrid como parte de la decoración, de donde se salvó del incendio que asoló el palacio en 1734. Después de pasar por diversos palacios y palacetes reales, su destino ha sido el Palacio Real de Madrid, aunque su destino está previsto que sea el nuevo Museo de Colecciones Reales. «El museo va muy bien aunque no voy a hablar de plazos, porque aún quedan cosas por cerrar», ha confirmado Leticia Ruiz Gómez. Patrimonio ha querido celebrar esa exhibición con otros eventos como un concierto barroco, este lunes, preludio de la Temporada de Música Clásica 2022 de Patrimonio Nacional, además de un ciclo de tres conferencias, que se inicia con este cuadro, «Los martes en Palacio», que tendrá lugar ese día de la semana. El 8, 15 y 22 de marzo son los días en los que se analizará en profundidad Salomé y la figura del pintor milanés, en unas conferencias en las que participará María Cristina Terzaghi, una de las máximas expertas mundiales en Caravaggio; David García Cueto, jefe de pintura italiana y francesa hasta 1800 del Museo del Prado, y Carmen García-Frías, conservadora de la colección de pintura antigua de Patrimonio Nacional. Los visitantes podrán disfrutar de la pintura en el recorrido turístico habitual.