Abramovic muestra su fascinación por María Callas en '7 muertes', su nueva obra en España
La exposición Portrait as Biography es la primera muestra individual en una década en una galería española de Abramovic
La Premio Princesa de Asturias Marina Abramović ha creado, con Seven Deaths, una nueva experiencia fílmica basada en siete muertes prematuras que la artista sufre en la pantalla, ambientadas con la conmovedora banda sonora de siete solos de Maria Callas. "Callas fue mi inspiración... sentí una fuerte identificación con ella. Como yo, ella era Sagitario; como yo, ella tuvo una madre terrible. Compartimos una similitud física la una con la otra. Y aunque yo he sobrevivido a un corazón roto, ella murió con el corazón roto. En la mayoría de las óperas, al final, la heroína muere de amor”, decía la artista en un encuentro con la prensa en la Galería itinerante Bernal Espacio, situada en una zona industrial de Madrid y que estará disponible para el público entre el 17 de febrero y el 19 de marzo. "Cuando empecé a hacer "performance" hace 50 años los museos tenían miedo de nosotros, así que estoy acostumbrada a este tipo de espacios, donde actuábamos para veinte o treinta personas", decía rodeada de sus fotografías y vestida de rojo.
Abramović ha estado obsesionada con la música y el mito de la famosa soprano griega desde que un encuentro juvenil con su voz resultó ser culturalmente formativo para la artista, mientras que también cita la desgarradora vida personal y la muerte solitaria de Callas como ecos escalofriantes de sus propios amores perdidos y cercanos. La artista tiene también una clara vinculación con lo simbólico que explciaba así: "Cuando era niña no jugaba con juguetes, si me daban un osito de peluche lo tiraba, no me gustaba lo físico, jugaba con sombras, con lo invisible".
En la exposición se muestra por primera vez en España esta nueva experiencia fílmica basada en siete muertes prematuras que la artista sufre en la pantalla, ambientadas con siete solos de Maria Callas recreadas en una instalación fílmica de 1 hora y 50 segundos. "Nunca es el momento correcto de morir", ha bromeado Abramovic, para quien la desgarradora vida personal y la muerte solitaria de Callas son también reflejos de sus propios amores perdidos y cercanos.
Desde el comienzo de su carrera en Belgrado a principios de la década de 1970, Marina Abramović ha sido pionera en la performance como forma de arte visual. Creó algunos de los primeros trabajos más importantes de esta práctica, entre ellos Rhythm 0 (1974), en el que se ofreció como objeto de experimentación para el público, así como Rhythm 5 (1974), donde yacía en el centro de una estrella de cinco puntas ardiendo hasta el punto de perder el conocimiento. Estas actuaciones unían concepto con fisicalidad, resistencia con empatía, complicidad con pérdida de control, pasividad con peligro. Empujaron los límites del autodescubrimiento, tanto de ella como de su audiencia. También marcaron sus primeros compromisos con el tiempo, la quietud, la energía, el dolor y la conciencia elevada resultante generada por una actuación de larga duración.
El cuerpo siempre ha sido su sujeto y su medio. Explorando sus límites físicos y mentales en obras que ritualizan las acciones simples de la vida cotidiana, ha resistido el dolor, el cansancio y el peligro en su búsqueda de una transformación emocional y espiritual. De 1975 a 1988, Abramović y el artista alemán Ulay actuaron juntos, abordando las relaciones de dualidad.
Regresó a la performance en solitario en 1989 y para su celebrada retrospectiva en el MoMA The Artist Is Present (2010) permaneció inmóvil durante al menos ocho horas al día durante tres meses, en contacto visual silencioso con cientos de extraños, uno a uno.
En la muestra también hay retratos de Abramovic alejándose por un sendero en medio de la nieve; flotando, desnuda, en medio de las aguas; sujetando un objeto imaginario que va creciendo entre sus manos en tres sucesivas instantáneas; ofreciendo un cordero en una especie de sacrificio en la montaña; con una figura de Jesús; cocinando en un gran caldero en homenaje a Santa Teresa o portando un pulpo vivo en torno a su cuello.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...