Acaba el juicio por el crimen en Lugo de la pequeña Desirée
La sesión terminó con la acusada haciendo uso del derecho a la última palabra, momento en el que con llanto entrecortado, Ana remarcó nuevamente que quería mucho a la niña

LUGO, 09/02/2022.- La acusada Ana Sandammil (c), madre de la víctima Desirée Leal, en el banquillo de los acusados durante la tercera jornada del juicio por el asesinato de su hija de 7 años este miércoles en la Audiencia Provincial de Lugo. EFE/Eliseo Trigo / Eliseo Trigo (EFE)

Lugo
La vista oral por el asesinato de Desirée Leal el 3 de mayo de 2019 ha llegado a su fin este lunes en la Audiencia Provincial de Lugo y sin sorpresas, pues las acusaciones, pública, particular y popular, piden para Ana Sandamil, la madre de la niña y acusada, la prisión permanente revisable, y su abogado, la absolución.
El inicio de la sesión dedicada a las conclusiones finales comenzó con el relato de la llamada de María Novo, abuela materna de la menor, que contaba 7 años, a Emergencias. Entre gritos, decía que su nieta estaba muerta, que acudiesen rápido a la vivienda de Muimenta.
La sesión terminó con la acusada haciendo uso del derecho a la última palabra, momento en el que con llanto entrecortado, Ana remarcó nuevamente que quería mucho a Desi, que jamás le habría daño, que no recordaba lo que había pasado, que quiso morirse ella misma, que la niña era lo mejor que le había ocurrido, y que Desi "era buena, demasiado buena".
Ha negado saber que su ex y padre de Desirée, José Manuel Leal, quisiese la custodia compartida, y su alegato se concentró en: "Jamás actuaría así en mis plenas facultades", "No soy así", "No le hago daño a la gente", "No sé cómo pasó lo que pasó".
Con carácter previo, Ministerio Fiscal, acusación particular -la ejerce el padre- y popular -Fundación Amigos de Galicia- insistieron en que Ana Sandamil actuó siendo consciente, y la única licencia admitida por las dos últimas partes es una alteración parcial nunca grave por la enfermedad de base de la acusada (un trastorno de personalidad).
La fiscal consideró que la clave está en el "odio" que Ana Sandamil sentía por su expareja y, a la vez, en la "cosificación" de la hija en común.
Citó la representante del Ministerio Público varias conexiones de la procesada con la realidad, como dar el número completo de su tarjeta sanitaria, buscar una coartada (ingesta medicamentosa), negarse a entregar los dispositivos móviles, no firmar su declaración al no haber membrete oficial, etcétera.
"Mente afectada y, el resto, es maldad pura y dura. Con sentido común van a llegar a la misma conclusión", dijo a los nueve miembros del jurado que ahora deberán deliberar. "Todo encaja. Es mucho más sencillo de lo que parece".
Manuel Ferreiro, letrado de la acusación particular, hizo especial hincapié en que Ana Sandamil "planificó" el desenlace de la niña, que perdió la vida por un estrangulamiento y asfixia, no por la "intoxicación que pretendía la madre colarnos".
El abogado de la acusación popular, Francisco José Lago, como sus compañeros, subrayó que Ana Sandamil "comprendía, tenía conocimiento de lo que estaba haciendo" y nadie de los testigos ha dicho que "esa alteración parcial fuese grave".
Y lo que llevó a cabo, suscribió, fue un "asesinato, revelador de una mayor energía criminal" que otro tipo delictivo, de una alevosía.
El abogado de la defensa resumió que "no hay ninguna prueba de que Ana hubiera ocultado pruebas", lavando la cara de la niña o escondiendo el pantalón de su pijama donde había sangre de Desirée.
"Ana respondió a todas las preguntas, sin estar en condiciones de hacerlo. Las posibles contradicciones -que matizó que no son tales pese a que se intentan hacer ver- se explican por ello. Ana colaboró totalmente en el procedimiento. Siempre ha dado la misma versión".
Este letrado solicitó la eximente completa, que conllevaría su internamiento en un psiquiátrico.
"No se trata de ensañarse con Ana. Ana ya ha sufrido bastante. Tiene una enfermedad de por vida. No tiene a su hija. Y ahora sabe que ella causó la muerte" a la niña, zanjó.




