Valladolid

No sabemos lo que va a hacer el Partido Popular con Alfonso Fernández Mañueco al frente. No sabemos si escogerá el camino fácil, pactará con Vox y la ultraderecha entrará en el gobierno autonómico; si los escogerá como compañeros de viaje puntuales o sí rechazará esa posibilidad y buscará otras fórmulas de gobierno. Lo que sí sabemos es lo que ha pedido ya la extrema derecha: derogar la ley de Violencia de Género de Castilla y León y acabar con el decreto de la Memoria Histórica.

En el caso de la violencia de género ¿Qué pasaría? ¿Qué consecuencias tendría en un ayuntamiento como el de Valladolid? Más allá del dinero -el consistorio ingreso poco más de 60.000 euros para sensibilización y promoción, que podrían asumir sin problemas-, lo que realmente preocupa a la concejalía de Igualdad y Educación es, precisamente, esta segunda parte, lo que ocurriría con los programas de educación en igualdad en los colegios. Victoria Soto, la concejala, explica que "el ayuntamiento está haciendo mucho esfuerzo porque es en la educación donde se forman los hombres y mujeres del mañana, con una educación de calidad, gente muy preparada". Soto confiesa que "No sabríamos cómo llegar a los centros educativos si hay ese veto, deberíamos ofertar la educación fuera de los colegios y fuera del horario lectivo".

400 mujeres atendidas en los CEAS de Valladolid

Los Centros de Acción Social de la ciudad también se verían muy afectados en caso de que esta ley fuera derogada en la comunidad. Dentro del programa Violencia Cero, programa de la Junta de Castilla y León que tiene una parte que asumen los ayuntamientos, se atiende en el caso de Valladolid a 400 mujeres víctimas de violencia machista al año. Un programa que correría serio peligro de desaparecer, dado que Vox niega la existencia de esta violencia específica contra las mujeres.

Rafaela Romero, la concejala de Servicios Sociales, explica qué se hace en los CEAS, qué es lo que desaparecería si las pretensiones de la ultraderecha son atendidas por el PP: "Desde ayudas de emergencia, casas de acogida, viviendas destinadas a víctimas de violencia, atención psicológica... hemos desarrollado todo un programa en los CEAS, incluida una atención específica para los casos más complicados".

Pero ya no es el dinero que se deja de invertir o los programas que peligrarían... es, dice la concejala Soto, el mensaje que se da a la sociedad: "Volvemos al modelo de mujer casta, obediente, sumisa el modelo de la dictadura, la mujer cuidadora y sumisa, un retroceso brutal".