El Racing de Santander no teme a Riazor

A Coruña

Ni en Santander ni en A Coruña se quiere hablar de final. Es obvio que el partido de mañana no lo es. No hay un título en juego y tampoco se decidirá la liga pase lo que pase. Pero todo eso es tan obvio como que tres puntos a favor de un equipo u otro pueden ser una distancia difícil de neutralizar tal y como va la liga. Por no hablar del golpe moral que encajará el que se vaya a la lona tras los 90 minutos. Guillermo Fernández Romo, técnico racinguista, se apunta al discurso de evitar hablar de finales. “Queda mucho, el partido no va a tener consecuencias clasificatorias finales. No firmamos el empate. Hay que ir, jugar, hacer un buen partido y llevarnos los máximos puntos posibles”.

Mañana en Riazor el Deportivo encontrará a un Racing bien distinto al que habría saltado al campo en caso de no haber aplazamiento. Los jugadores que justificaron “el brote” (Iñigo y Soko) están incluidos en una lista donde también figuran Camus (con rotura de fibras en aquella ocasión) y los fichajes del mercado de invierno Arturo y Javi Vázquez. Por el contrario, se van a encontrar a una afición más motivada y que acudirá en masa al estadio. Una presión ambiental que forma parte del guion aguardado por el técnico de los cántabros. “Forma parte de la institución contra la que vamos a jugar, la ilusión que hay en ambas aficiones. Forma parte de nuestro trabajo. Tenemos jugadores que han jugador en Primera División y han estado en contextos exigentes. Eso no debe frenarnos. Tiene que hacer que nos crezcamos”.

Fernández Romo ha alabado a los blanquiazules. Descarta que se pueda hablar de un Deportivo en crisis tras las últimas derrotas. “Han sido partidos donde han tenido más posibilidades de ganar. Ante Real Unión y en Logroño tienen oportunidades, pegan dos palos… pero cuando no eres eficaz te penaliza. Han demostrado que son muy buen equipo y han planteado los partidos con mucha suficiencia ofensiva” destacó el míster.