Un equipo con corazón
El Mallorca gana al Athletic Club (3-2) en un partido que se dejó empatar tras ir ganando 2-0.

Unai Núñez, autor del penalti que ha supuesto el primer gol del Mallorca / Quality Sport Images

Seguramente tengan razón cuando hablan de las pistas “kilométricas” de Son Moix, que alejan a la afición del campo, que enfrían un estadio con muy buenos mimbres, pero que luce partes desangeladas en sus encuentros en casa. Seguramente todo eso sea cierto, pero cierto es que en un lunes 14 de febrero de San Valentín, con el partido ofrecido por la televisión pública, con un frío considerable y con la semana ya comenzada con los despertadores activos, la afición estuvo de diez, y llevó al equipo en volandas otra vez a creer en esta permanencia y en estos chicos.
El Athletic club salió con mejor forma al césped de Son Moix, dio un par de sustos iniciales y parecía que el Mallorca solo respiraba cuando los leones soltaban el cuello de la presa -algo más de quince minutos- lo que tardó el punto de penalti en ser protagonista. Pablo Maffeo cayó derribado en el área y Díaz de Mera señaló. Salva Sevilla transformó la pena máxima y desde ese momento el Mallorca sometió y jugó cómodo hasta el final de la primera parte. Lo de Muriqi, definitivamente es caer de pie, el Kosovar baja todo lo que puede por arriba que no es poco. Así llegó el segundo gol, Vedat prolongó una pelota llovida del espacio de esas que los delanteros de alta alcurnia ya no pelean en el balcón del área, y al peinar el cuero, Ángel se inventó un remate de semi volea a la media vuelta de bonita factura para poner el 2-0. El Mallorca se iba al descanso 2-0 y con el público enamorado.
El Athletic que tampoco generó nada en todo el partido-dicho por su propio entrenador- se encontró con dos acciones en dos minutos que igualaron la contienda. En el 58 una triangulación por la banda izquierda del ataque rojiblanco terminó con un remate de Raúl García a la red, y dos minutos después, Berenguer empujó tras un centro un balón al fondo de la red que tendría que haber sido de Sergio Rico antes de sacarla de la portería. El Athletic se ponía 2-2 sin querer.
Volvieron los fantasmas de Mestalla, del Cádiz de la Real Sociedad y compañía, ese aroma a que el final de partido iba a ser cruel…
Pero justo en ese momento de flaqueza el público que no había parado de animar al equipo, lo hizo más fuerte que nunca, el Mallorca le puso ganas y la grada corazón y coraje. Cada córner se celebraba porque ahora hay un tipo que cabecea todo lo que vuele en su órbita, cada acción se peleaba y fue en el 85, justo coincidiendo con el despertar en Japón, cuando Kubo remató un balón suelto en el área con fuerza al palo que Unai Simón se acabó metiendo en propia. Vale igual, que se lo digan al club en los clics asiáticos del video de este partido... 3-2 en una noche loca que consigue cerrarse con la segunda victoria consecutiva del curso y cambia así totalmente las sensaciones de un equipo que marcha 15º en la tabla a 6 puntos del descenso y con un partido todavía por disputar. Queda mucha liga y lo sabe el mallorquinista, pero lo del día de San Valentín fue para sentir mariposas.




