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Colillas, tierra, restos biológicos, extracciones de cajeros... Más pruebas en el juicio del caso Badoo

La tercera sesión de este juicio en la Audiencia Provincial de Zaragoza incrimina con más evidencias a los investigados por el asesinato de un empresario vasco

Sede de la Audiencia Provincial de Zaragoza / Esther Orera Rodríguez

Zaragoza

El ADN de una colilla, tierra, restos biológicos en el coche, imágenes de los cajeros... En la tercera sesión del juicio por el asesinato del caso Badoo, todo ha incriminado hoy a los acusados. Agentes de la Guardia Civil y de la Ertzaintza han detallado las pruebas del asesinato de José Antonio Delgado, el empresario vasco, de Getxo, que llegó a Luceni pensando que había quedado con una chica y acabó enterrado vivo en Pedrola (Zaragoza).

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Lo enterraron en el barranco del lobo, un lugar inhóspito donde, como ha relatado la Guardia Civil, no hay ni vegetación, y hay que ir a propósito. El cuerpo "estaba completamente desnudo, no llevaba absolutamente nada, ningún objeto", sin ropa, descalzo "y con la boca abierta" en una fosa pequeña donde no tuvo posibilidad de moverse a pesar de seguir vivo y en cuyo alrededor encontraron una colilla con el ADN del acusado. También la tierra del lugar apareció en el coche de Mohamed Arrach, así como restos biológicos en el maletero.

Pruebas en el registro de la nave

Y en el registro de su nave y vivienda, decenas de móviles, relojes y documentación de los vehículos sustraídos a las víctimas, como José Antonio. Objetos como la cadena de la que la acusada quiso deshacerse tirándola al váter.

"Entra la acusada, tira de la cisterna, y posteriormente sale", indicó el agente en la sesión judicial. "Continuó el registro con normalidad, y es cuando entro yo en el baño y veo perfectamente abajo, en el inodoro, sumergido en el agua, una cadena de oro y una alianza".

Todo incrimina a los acusados y echa por tierra la versión de mujer secuestrada que dio la acusada en la primera sesión. "Estaba bastante tranquila, en el sofá y cuando entro al baño con ella tenía una actitud como para agradarme, simpática, sonriente, como confiable", ha detallado una de las agentes de la Guardia Civil que participó en el operativo.

Mientras tanto, en Getxo...

Paralelamente a las investigaciones que hacía la Guardia Civil de Zaragoza, la Ertzaintza colaboraba desde Getxo. Hoy los agentes vascos han identificado a la acusada como la joven de la foto que aparecía en la tablet y el móvil de la víctima y que había enseñado a un amigo, al que contó que iba a Zaragoza porque habían quedado.

"Es la chica de la tablet" de la víctima, decían hoy los agentes vascos mirando a Candy. "Sin duda", al observar durante el juicio a la detenida. Y también reconocieron, con la Guardia Civil, al acusado sacando dinero de la cuenta de la víctima.

"Llamó la directora del Banco Sabadell y nos dijo que tenían una fotografía de cajero" y "se ve una persona encapuchada, con una gorra o un pañuelo en la cabeza rojo y llevaba una especie de cadena o de esclava", ha relatado un agente.

Con las extracciones del cajero y la señal del móvil de José Antonio, situaron los agentes la hora del crimen entre las 7 y cuarto y las ocho y media de la tarde de aquel fatídico 6 de septiembre.