Juego de Trenes
¿Qué ha cambiado con la liberalización del sector ferroviario? ¿Cómo ha afectado a los precios la llegada de nuevos actores a la alta velocidad? ¿Por dónde pasa el futuro del sector? Analizamos las claves con representantes de los tres operadores: Renfe, Ouigo e Ilsa.
Madrid
Tras la liberalización del transporte a finales de 2020, la competencia en el sector — pausada temporalmente por el impacto del covid — se consolida ahora a buen ritmo y este 2022 ya son tres las compañías que operan viajes de bajo coste en nuestro país, cubriendo por el momento las principales líneas. Tras el desembarco de la francesa SNFC con Ouigo, y el establecimiento de AVLO, la compañía low cost de Renfe, este 2022 el sector también da la bienvenida a ILSA, propiedad de la italiana Trenitalia. Un incremento de la oferta que, aseguran los principales operadores del sector, está conllevando también un aumento de la demanda.
"El mercado crece, que es el secreto. España no es el primer mercado que se liberaliza, otros como Austria o Republica Checa, llevan años liberalizados Con competidores privados. En el caso Italiano, por ejemplo, en 5 años el mercado ha crecido un 108%: se ha duplicado" señala en Hora 25 de los Negocios Víctor Bañares, director general de ILSA. Un punto en que también coincide Federico Pareja, Director comercial y marketing de OUIGO España, quien defiende que “Es un momento de pleno crecimiento. Estamos operando con altas tasas de ocupación y una bajada de precios muy importante. Hemos hecho un cambio: popularizar esta alta velocidad que tanta falta hacía”. Desde Renfe, su director de Alta Velocidad y otros Servicios Comerciales, Francisco Arteaga explica que "los datos apuntan a que la liberalización va a provocar una optimización de la infraestructura y, por tanto, un aumento de la demanda. Los datos nos hacen ser optimistas".
¿Más oferta, menores precios?
Un incremento de la competencia que, sin embargo, no ha conseguido convertir a la alta velocidad en una forma económica de viajar. Si bien sí que se han reducido los precios medios, un desplazamiento, por ejemplo, entre Madrid y Barcelona ronda según el último estudio de la consultora KPMG los 68,9 euros si se hace en un tren de alta velocidad, lo que supone un sobrecoste del 50% frente a quien se decanta por el coche, donde la cuantía se sitúa, de media, en los 34,2 euros del coche. Algo que, aseguran las operadoras, depende fundamentalmente de la antelación con que el consumidor reserve el billete porque los importes mínimos a los que se ofertan los billetes sí son baratos. “En AVLO el precio de partida son 7 euros. El precio ha bajado realmente y se adapta al cliente, es él que decide, elige lo que quiere y lo que está dispuesto a pagar. El mercado es el que impone esta gestión dinámica de precios” explica Arteaga. “Los billetes baratos están ahí. Prometíamos, de media, un 50% de bajada en los precios y lo estamos cumpliendo. Todos los precios se han visto arrastrados hacia abajo. Las reglas han cambiado. Cuanto más antelación se compre, mejores precios hay” apunta, por su parte, Pareja.
La apuesta por un transporte de calidad
El futuro, sin embargo, coinciden las tres compañías, pasa por ofrecer a los clientes la excelencia en el servicio. "Además de precios bajos, aspiramos a tener una oferta de altísima calidad. Intentaremos crear un nuevo estándar de calidad para ser convenientes a todos los viajeros, con una oferta de muchas frecuencias y de alta calidad" explica Bañares.
