Medio Ambiente toma medidas contra la procesionaria
La falta de lluvias y las temperaturas suaves han hecho que prolifere antes de tiempo este molesto lepidóptero también en Aranda
Aranda de Duero
El Ayuntamiento de Aranda retira 232 nidos de oruga procesionaria. La Concejalía de Medio Ambiente se ha puesto estos días el buzo para llevar a cabo este plan de choque contra una plaga que comparte con otras muchas zonas de España, que se adelanta al calendario una vez más como una de las muchas consecuencias del cambio climático.
La proliferación de estos lepidópteros y su eclosión en forma de oruga en estas fechas prematuras es consecuencia directa de la escasez de lluvias y las temperaturas más altas de lo normal. Su peregrinación del árbol donde anida hacia la tierra, en busca de un lugar donde enterrarse para convertirse después en polilla, entraña un peligro, que reside en las diversas molestias que pueden provocar en personas, como irritación en oídos, nariz y garganta y otras reacciones alérgicas cutáneas. El riesgo puede ser aún mayor para los perros, si llegan a ingerir estas orugas, que podrían provocarles lesiones muy peligrosas en la lengua o en la garganta.
Por eso el departamento de Medio Ambiente ha hecho ya una primera actuación retirando más de dos centenares de nidos de algunas zonas del casco urbano, principalmente los alrededores de la residencia de las monjas y el entorno de la ermita de la Virgen de las Viñas. Pero el plan no acaba aquí, sino que tiene previsto realizar una actuación integral en el parque General Gutiérrez, donde además de lo que se refiere a los nidos de procesionaria, llevará a cabo también una intensa labor de poda y análisis de las especies.
Este departamento tiene prevista otra actuación destinada al embellecimiento de las jardineras del casco urbano.