No todo van a ser malas noticias

Madrid

No todo van a ser malas noticias. Hoy el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha dictaminado que un país miembro de la Unión no puede hacer algo que ponga en peligro o en entredicho las normas de un estado de derecho y que si lo hace puede ser sancionado con la pérdida de fondos del presupuesto comunitario. Son palabras mayores, decenas de miles de millones de euros. El veredicto afecta a los gobiernos de Polonia y Hungría, dos países a los que la Comisión ha advertido reiteradamente que debían modificar su ordenamiento jurídico para garantizar la independencia judicial. Ante la negativa de los dos gobiernos, en manos de partidos ultranacionalistas y ultraconservadores, la Comisión aprobó un reglamento que le permite retener fondos comunitarios mientras que no corrijan el funcionamiento deficiente del estado de derecho. Hungría y Polonia recurrieron al Tribunal de Justicia que acaba de dar toda la razón a la Comisión. Es una decisión tan importante que los propios jueces han querido subrayarlo retransmitiendo en directo, por primera vez en 70 años, la lectura de un veredicto. Europa no son solo reglas comerciales, sino que posee una auténtica columna vertebral: el respeto al estado de derecho. Y esa columna sigue firmemente en pie. Alegrémonos todos los europeos. Por supuesto, alegrémonos también los españoles.